El presidente de la Asociación de Comerciantes de la Zona Centro de Madrid, Florencio Delgado, ha valorado en Es la Mañana de Federico la repercusión del corte de la Gran Vía para los comerciantes. Ha dicho que dar datos concretos es "prematuro" pero "sí tenemos las cosas claras, cuando preguntas a los colegas y unos dicen que les va bien y otros mal eso quiere decir que la cosa va mal porque en Navidad siempre nos ha ido bien a todos".
Florencio Delgado ha subrayado que "se está creando un ambiente complicado porque hay una alarma social de que el centro está colapsado y a la Gran Vía no se puede ir". De esta forma, se "está derivando a los compradores a los grandes centros comerciales de la periferia de Madrid". En este sentido ha explicado que supone "un perjuicio muy grande al pequeño comercio que está en el centro porque El Corte Inglés lo que no venda en Callao lo puede vender en otro centro, pero un pequeño comercio que sólo tiene esa tienda o le compran ahí o no le compran".
"El pequeño comercio es el gran perjudicado de estas normas impuestas de una forma improvisada y cuando se hacen las cosas así resultan mal y caras", ha dejado claro el presidente de los comerciantes de la zona centro que también ha denunciado una falta absoluta de información por parte del ayuntamiento de Manuela Carmena. "Ni a nosotros ni a nadie, no ha habido ningún tipo de acercamiento, nos enteramos por los medios y se cortó".
De hecho, ha remarcado que "al final por la Gran Vía pasa todo el mundo: las empresas de paquetería, servicios postales, los vecinos que viven allí, los coches con autorización con movilidad reducida, los UBER, los coches eléctricos, los autobuses, los taxis… y lo que pasa es que como van en fila india cada vez que para uno se forma el embotellamiento". Florencio ha destacado el fracaso de la medida porque "nadie usa las aceras complementarías (los carriles cortados), es absurdo".
Ante el anuncio de Rita Maestre de que esta medida va a ir más allá de Navidad para convertirse en algo permanente ha recordado que "esto ya lo hablamos hace muchos años con el alcalde Ruíz Gallardón y llegamos a la conclusión de que no era viable". Y no era viable "en tanto en cuanto no se establecieran en la periferia aparcamientos disuasorios para que todas las personas que vienen a trabajar al centro o que nos visitan de otras provincias puedan dejar el coche cómodamente y accedieran al centro en transporte".
Por ello ha instado al ayuntamiento a tomar medidas de "forma sensata" y no "de una forma improvisada y sin contar con nadie para nada".
El padre tendero de Carmena
Florencio Delgado ha contado en esRadio la curiosidad de que el padre de Carmena tenía una tienda en la Gran Vía esquina calle Chinchina llamada Modas Carmelo. "Llevo de presidente de los comerciantes más de 25 años y conocí al padre de Manuela Carmena, estoy seguro que con lo que él quería a la Gran Vía y a su tienda no le gustaría lo que está haciendo su hija".
Tras la muerte del padre de Carmena la tienda fue regentada por sus hijos, es decir, por Manuela Carmena y sus hermanos. Florencio ha contado que "los hijos cambiaron completamente el estilo de la tienda dejando a un lado la moda y vendiendo productos de importación China con un éxito rotundo porque vendían artículos muy baratos, fueron de los primeros". Pasado un tiempo "me enteré de que habían vendido la tienda".