Ahora Madrid presume de que no hay atascos con una foto de la Gran Vía, cortada al tráfico

Los embudos y atascos se han repetido en todo el centro de la ciudad de Madrid. La plaza de Cibeles se ha convertido en una ratonera donde sólo se escuchaba el lamento de los conductores y los pitidos de los coches. Una fila interminable de taxis trataba de acceder al único carril habilitado en la Gran Vía para el transporte público.

El Race lamentaba públicamente "la poca consideración de este Ayuntamiento para con los conductores, la falta de información y la mala previsión de las medidas que están generando caos entre los habitantes." En un comunicado, añadía: "El Race quiere denunciar que el consistorio ha tomado esta decisión de forma unilateral, sin informar al Consorcio Regional de Transportes, sin las medias alternativas que pueden aportar clubes como el Race, o las sugerencias de otros usuarios".

Pese a todo, el partido de Carmena ha querido sacar pecho de su medida, de su decisión de cortar la Gran Vía de Madrid en uno de los puentes más comerciales del año para esa zona de la capital. Y lo ha hecho con un tuit en el que pretende demostrar que no se han montado atascos en Madrid, pero lo ha hecho con una imagen de la misma calle Gran Vía, cortada al tráfico.

En definitiva, la iniciativa de prohibir el tráfico de coches privados en la Gran Vía se ha saldado en el primero de sus nueve días de cierre con fuertes restricciones. Las mayores se han vivido en las calles aledañas a la Gran Vía, donde ha sido prácticamente imposible circular.

También se ha registrado un alto grado de desconocimiento por parte de los conductores, que no sabían que se cerraría al tráfico esta arteria de la capital y han tenido que sufrir largas retenciones hasta que han podido abandonar los atascos en Plaza de España o Cibeles.

En declaraciones a En Casa de Herrero, de esRadio, Sergio Barbezo, portavoz de Movilidad de C's, ha denunciado que la medida se ha tomado "sin hablar con los comercios y los vecinos de la zona y sin dar alternativas al ciudadano". Recordaba que, pese a que lo óptimo es avisar a los ciudadanos y comerciantes con un mes de antelación y ofrecer alternativas al vehículo privado si cortan las calles, el Ayuntamiento se ha reunido sólo "en la mañana de este viernes con el consorcio de transportes de la ciudad de Madrid".

También hacía hincapié Barbezo en que lo que se consigue con esta medida es "congestionar las calles aledañas". El problema es que al cortar la gran vía al tráfico privado "reducimos en capacidad con el mismo volumen de necesidad y de coches", ya que tienen que pasar los coches de los vecinos que viven en la zona y también los coches comerciales que tienen que hacer carga y descarga. Todo esto pasando de seis carriles a dos.

El portavoz de Ciudadanos advertía de que "la asociación de comerciantes de Gran Vía decían que cuando cortan así la calle hacen imposible atraer al madrileño a comprar al centro, provocando que se marchen a los centros comerciales del extrarradio".