Custodio Ballester, párroco de la Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad con más habitantes de Cataluña, está en el punto de mira del pleno municipal desde que hace un par de años accediera a la petición de los veteranos de la Legión para participar en las procesiones de Semana Santa. En esa ocasión, la alcaldesa de la ciudad, la socialista Nuria Marín (en la actualidad segunda del PSC tras Miquel Iceta) llegó a trasladar al arzobispado de Barcelona su malestar con lo que calificó de "desfile militar". Además, en sesión plenaria municipal, se aprobó una moción presentada por Iniciativa per Catalunya en la que se acusaba al sacerdote de generar "crispación" al tiempo que el edil comunista Lluís Esteve le tachaba de "capellán ultraderechista".
Ballester no se arredró ante la campaña municipal en su contra y replicó con una manifestación en favor de la libertad religiosa y el derecho de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios a portar una imagen del Cristo de la Buena Muerte en las procesiones de su parroquia. De tal modo, este año se repitió la procesión, que la alcaldesa intentó evitar a toda costa poniéndose en contacto otra vez con el arzobispado, y arreció la polémica, aunque los partidos fracasaron de nuevo en su propósito de echar al cura.
Una misa encargada por otra asociación de veteranos, en este caso de la División Azul, celebrada el pasado mes en la parroquia de Ballester ha permitido al consistorio volver a la carga contra el sacerdote. Las pasadas elecciones municipales cambiaron parcialmente el mapa municipal. El PSC mantiene la alcaldía con once concejales. El siguiente partido, con cuatro, es Ciudadanos. El PP y la versión local de Podemos (ICV-EUiA-Pirates) tienen tres cada uno; dos ERC; uno CiU y otro la CUP. Y todos, menos los ediles del PP, que se abstuvieron, apoyaron una moción presentada en esta ocasión por el grupo de la alcaldesa en la que se reincide en acusar a Ballestar de "fascista" y "totalitario".
Pintadas en la iglesia
El sacerdote, acostumbrado a la presión y los insultos políticos, confía en que se tranquilicen los ánimos, aunque advierte que en los últimos días han aparecido pintadas en la fachada de la parroquia en la se le tacha de "cura nazi". Afirma Ballester que ha tenido que repintar la parte de la pared afectada en dos ocasiones.
La parroquia de la Inmaculada Concepción sufre un acoso parecido al de Ciudadanos en la ciudad, pero el partido naranja no se ha solidarizado con el religioso sino que también pide su expulsión.
