Paula Sánchez de León, ex delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y consejera de Justicia y de Presidencia en los gobiernos de Francisco Camps, ha hablado En Casa de Herrero, de esRadio, de cómo se sentía Rita Barberá desde la amistad que unía a ambas. Según ha contado, Barberá estaba "cansada, muy cansada" pero estaba bien. También ha aludido al consejo que le dieron muchos de que se apartara definitivamente de la política. Según ha dicho, ella tenía esperanzas de volver.
"Ella lo tenía clarísimo, no dudaba de que lo único que le quedaba era su honor. Estaba muy convencida, yo no le vi dudar", ha dicho Sánchez, que ha relatado que estaba "convencida de su inocencia", pensaba que esto "iba a pasar pronto" y que podría reincorporarse al PP y "seguir haciendo política", que era "su pasión".
Respecto a la actitud de sus compañeros de partido, ha precisado que Barberá estaba "dolida, con comportamientos" que vio, pero nunca le oyó "especial acritud". "Podía transmitir su dolor, decepción, desengaño. Pero siempre le oí hablar desde el dolor, nunca desde el odio".
Sobre la despedida, que se hará en la intimidad y sin políticos por deseo de la familia, Sánchez ha indicado que ella era "tremendamente familiar" y que para ella era "fundamental". Si la familia lo ha decidido así, ha dicho, es porque "así lo han sentido" y porque creen que ella "estaría encantada".
También En Casa de Herrero, el expresidente del Consejo Juridico Consultivo de Valencia, Vicente Garrido, ha hablado de los últimos tiempos de Barberá. La vio hace mes y medio, "cuando no estaba tan mal pero sí profundamente dolida. Estaba sufriendo muchísimo por algo que ella le daba muchísima importancia", en alusión a su salida del PP. "Fue algo muy duro", ha apuntado. Sobre los últimos días, ha dicho que estaba "muy mal", sedada por el sufrimiento que estaba pasando.
Garrido ha hablado también de la misa celebrada este miércoles en la catedral de Valencia, a la que habrían acudido 3.000 personas. "Ha sido impresionante", ha dicho, citando el aplauso de los asistentes a la ex alcaldesa.
En su opinión, a Barberá la ha matado "el silencio de sus amigos, de sus compañeros". En su opinión, el PP lo ha hecho francamente mal y ha avisado a los que se han puesto de perfil de que ellos se pueden ver en una situación similar en algún momento.
Para Garrido, Barberá hizo bien al no retirarse: "En esas circunstancias no debe dar un paso atrás, porque es dar la razón a los atacantes". En su opinión, hizo bien plantando "cara" pese a ser "abandonada por su partido".