Los sectores críticos de IU Sí con más fuerza e Izquierda Abierta han denunciado que Alberto Garzón está acelerando el proceso de "inmersión" en Podemos de una forma "irregular y opaca". Ambas corrientes críticas de la fusión denuncian que se enteraron de que Unidos Podemos se registró como partido por los medios de comunicación y casi dos meses más tarde.
Es "muy sorprendente", ha subrayado el portavoz de IU Sí con más Fuerza, José Antonio García Rubio, que el registro del partido se produjera el 29 de septiembre y ni Garzón ni nadie de su círculo haya informado en los órganos de la formación ni en ninguna de las reuniones que han tenido.
García Rubio, que también forma parte de la dirección como responsable de Empleo y Relaciones Laborales de IU, ve igualmente "insólita" la explicación que dio el pasado jueves el presidente de Podemos, Pablo Iglesias, que justificó la inscripción de Unidos Podemos en el registro de partidos como una medida "preventiva" para garantizar que esa marca no pueda ser utilizada por nadie más. Esta "protección", ha asegurado García Rubio, "no sirve para nada" porque, en el caso de que alguien quisiera registrar ahora ese nombre, no podría hacerlo al prevalecer los derechos de quien lo hizo primero, "es una excusa muy torpe".
El portavoz del sector crítico apunta a otro tipo de intereses ocultos y señala que con esta maniobra, Podemos e IU están apretando para llegar a esa "fusión" que las dos formaciones decidieron en su momento. Y mientras Garzón hablaba de "superar IU", en realidad se estaba refiriendo a "dejarla atrás y disolverla" con la finalidad de integrarse en una estructura mayor. Esta operación cuidadosamente planeada se había ralentizado hasta ahora por los dos procesos electorales y por la propia oposición interna en el partido.
El sector crítico de "IU Sí con más Fuerza" asegura que no participará en ese proyecto con la formación morada porque ellos defienden acuerdos "unitarios" sobre bases programáticas y dirigidos fundamentalmente a concurrir a las elecciones. Aseguran también que esta oposición a disolverse en Podemos será secundada por otros sectores independientes integrados en la formación, lo que acabará desembocando en la pérdida de buena parte de los afiliados a Izquierda Unida, tal y como ya sucedió en la federación de Madrid intervenida por la dirección en el año 2015 y que pasó de los 4.300 militantes a menos de 2.000.
Izquierda Abierta, de Gaspar Llamazares, que siempre ha visto con mucha desconfianza el acercamiento de IU a Podemos al intuir una operación de "fagocitación", se ha quejado también de que Unidos Podemos se haya constituido en partido cuando esto no se ha aprobado en ningún órgano del partido. Denuncian que se ha actuado "sin luz ni taquígrafos" y reclaman un debate "amplio y serio".
Desde los sectores críticos con la deriva de Garzón, no tienen dudas de que se está preparando la liquidación de Izquierda Unida con decisiones pactadas "entre cúpulas" y con una hoja de ruta preconfigurada.