Como ya reflejara el primer sondeo del CIS conocido la semana pasada tras la salida de Pedro Sánchez y la abstención en la investidura de Mariano Rajoy, el PSOE baja a la tercera posición con un 17,9% de los votos, según una encuesta realizada por Metroscopia para El País.
A pesar de que los datos del diario del Grupo PRISA son casi un punto superior a los del CIS, el partido de Javier Fernández no levanta cabeza y ve cómo Podemos le superaría en más de cinco puntos porcentuales y el PP casi le doblaría si se celebraran ahora unas elecciones generales.
De esta forma, el PP seguiría consolidándose como la fuerza más votada con un 35,7% de los votos y Unidos Podemos se quedaría con el 23,1%. Estas estimaciones son todas más favorables a las reflejadas por el Centro de Investigaciones Sociológicas. Por su parte, Ciudadanos sería la cuarta formación al tener un 13% de los sufragios.
Si comparamos estos datos con los reflejados en las pasadas elecciones del 26 de junio vemos que el PSOE ha bajado del 22,6% al 17,9%. El PP pasaría de los 33,03% del 26J al 35,7% de la encuesta de El País. El partido de Pablo Iglesias subiría dos puntos y pasaría del 21,1 al 23,1%. Ciudadanos se mantendría prácticamente igual al caer un 0,5%, del 13,05 obtenido el 26J al 13% que le da el diario de Prisa.
El País compara esta encuesta de Metroscopia con la anterior en la que el PP tenía el respaldo de casi el 38% de los votantes y lo justifica en una hipotética percepción de los ciudadanos en la incapacidad del nuevo Ejecutivo de Rajoy para dialogar: "Es muy posible que la pérdida del apoyo detectado de una a otra encuesta tenga que ver con la percepción negativa de parte del electorado de centro derecha del nuevo Gobierno diseñado por Rajoy para hacer frente a una legislatura en la que el diálogo va a ser imprescindible".
Respecto del PSOE, dice que la decisión de permitir la investidura de Rajoy no les ha pasado factura ya que ese 17,9% es una décima inferior a la anterior encuesta de hace un mes. Hay que recordar que para Pablo Iglesias la deriva abstencionista se produjo por culpa de Felipe González y de Juan Luis Cebrián, presidente del grupo propietario de El País.