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Soraya Sáenz de Santamaría inicia el acercamiento a los separatistas: "Todo el mundo tiene sus razones"

La vicepresidenta asume la nueva cartera de Administraciones Territoriales y promete buscar un acuerdo que “todo el mundo pueda explicar”.

Soraya Sáenz de Santamaría ya ha tomado posesión de su nuevo Ministerio. A partir de ahora, la vicepresidenta ya no sólo será ministra de la Presidencia sino que une a sus dominios la parte de Administraciones Territoriales. Este lunes por la mañana tenía lugar el traspaso de poderes entre el hasta este momento ministro de Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, y su compañera de Ejecutivo.

Desde un punto de vista práctico, las cosas no cambiarán demasiado. La negociación política la seguirá llevando Sáenz de Santamaría, como hasta ahora, y los números los hará Montoro, que también tendrá la ingrata tarea de vigilar las cuentas autonómicas. Pero desde un punto de vista político y de imagen es relevante que la vicepresidenta, la mano derecha de Rajoy, asuma de forma oficial lo que se intuye como el principal reto para la próxima legislatura: la negociación con los nacionalistas catalanes.

En este contexto, las palabras de Sáenz de Santamaría en su toma de posesión han sido muy significativas. La vicepresidenta ha tendido su mano a los nacionalistas. Es verdad que no los ha citado expresamente, pero todo su discurso parecía ir dirigido a abrir una nueva etapa de diálogo entre el Gobierno central y los independentistas catalanes. En este sentido, aunque ha asegurado que la mejor herramienta para trabajar será "el marco constitucional" que todos nos hemos dado, no ha querido cerrar ninguna puerta y ha afirmado que "los españoles quieren que nos pongamos de acuerdo". Aunque sin explicar de forma explícita a quién se refería, parece claro que su destinatario principal se encuentra en Barcelona.

Sáenz de Santamaría ha prometido poner todo su "esfuerzo, empatía e imaginación" en el diálogo, con la finalidad de alcanzar un "consenso" del que ha dicho que obligará a todos a ceder, porque "el acuerdo siempre tiene que acabar con gente que pueda explicar lo que ha acordado". Con esta última frase, la ministra de Administraciones Territoriales parecía insinuar que en el Gobierno son conscientes de que tendrán que hacer cesiones a los separatistas para que estos puedan salvar la cara ante su electorado, que no se conformará con poco, ya que los nacionalistas les han prometido la independencia unilateral para los próximos años. La pregunta sería de qué cesiones estamos hablando, pero esto tampoco ha salido en el acto de este lunes.

Incluso, ha llegado a afirmar que su "objetivo" es "acortar las distancias que nos separan" y "fortalecer los vínculos que nos unen"En esta misma línea, la vicepresidenta ha dicho que siempre "hay que ponerse en el lugar del otro", para comprender mejor su postura, ya que, ha defendido, "todo el mundo tiene sus razones". De nuevo, sin decir a quién se refería o quién es ese "otro", parecía claro a quién estaba aludiendo. Y es que, a pesar del desafío de los nacionalistas y del gobierno catalán, Sáenz de Santamaría ha defendido que "todos somos Estado", desde las comunidades hasta las diputaciones, pasando por los ayuntamientos. Por eso, asegura que el Gobierno intentará aunar los esfuerzos de todos en la búsqueda de ese "acuerdo" y de ese "consenso" que tanto ha defendido en su primera declaración oficial como ministra de Administraciones Territoriales.

El acto ha contado con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y de siete ministros: María Dolores de Cospedal (Defensa), Juan Ignacio Zoiod (Interior), Rafael Catalá (Justicia), Fátima Báñez (Empleo), Isabel García Tejerina (Agricultura), Alvaro nadal (Energía) y Dolors Montserrat (Sanidad), así como dirigentes del PP y portavoces parlamentarios.

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