Los investigadores del caso Diana Quer estrechan el cerco sobre dos sospechosos. Ambos serían de la comarca de Barbanza y vivirían a escasos kilómetros de Taragoña, desde donde el móvil de la joven emitió las últimas señales antes de apagarse, y, según informa La Voz de Galicia, uno de ellos estaría implicado en el narcotráfico.
Las pesquisas de la Guardia Civil señalan a estos dos varones como los principales sospechosos, aunque, cuenta el diario gallego, las pruebas e indicios acumulados deben reforzarse mucho más para tener garantías de dar con el paradero de la chica y de que, de darse el caso, los cargos que se les imputen a estos dos individuos puedan llegar a buen puerto con sentencias que los condenen por su implicación en esta desaparición.
Esta otra rama de investigación amplía el perímetro del caso a Boiro y a Puebla del Caramiñal. El seguimiento de estos individuos empezó hace algunas semanas e incluye la intervención de sus teléfonos móviles –no se descarta que pudiera estar pinchado algún dispositivo más, siempre con autorización judicial–.
Barbanza es una zona caliente del tráfico de drogas y, en el marco de otros trabajos policiales, existen más móviles pinchados que también podrían aportar información, especialmente si se tiene en cuenta que, al menos, uno de los dos investigados estaría implicado en el narcotráfico.
Fábricas abandonadas
Por otro lado, La Voz de Galicia también cuenta que la Guardia Civil está buscando pistas en fábricas abandonadas. El objetivo de los rastreos: encontrar indicios o cualquier elemento que pueda relacionarse con la desaparición de la joven. Una de estas fábricas se encuentra en Boiro –concretamente, en la parroquia de Exipto–. Se trata de un inmueble que, en su día, se dedicaba a la fabricación de cerámica.