El Ayuntamiento de Madrid presentó este miércoles el borrador del Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático. El plan se resume en 30 medidas, que a buen seguro traerán polémica pues suponen una revolución en el concepto de la ciudad conocido hasta ahora. El objetivo: penalizar el uso del transporte en vehículo privado y, por contra, potenciar el transporte público, la bicicleta y los desplazamientos peatonales.
La primera de estas medidas consiste en crear un área de acceso restringido para los coches –salvo que seas residente o dispongas de un vehículo cero emisiones-. Dicha área, de perímetro continuo, estará definida por las calles Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, Génova, Paseo de Recoletos, Paseo del Prado, Ronda de Atocha, Ronda de Valencia, Ronda de Toledo, Gran Vía de San Francisco, calle Bailén, Cuesta de San Vicente y Princesa.
Así, ejes centrales para la circulación de la ciudad como son la calle Alberto Aguilera, Sagasta, Paseo de Recoletos, etc por donde cientos de personas circulan cada día para atravesar la ciudad, podrían pasar a estar cerrados para los conductores a no ser que cumplan alguna de las medidas antes mencionadas. La emblemática calle Gran Vía sería de acceso sólo a residentes.
El resto de los coches podrían acceder exclusivamente a los aparcamientos públicos incluidos en el interior del perímetro, para lo que tienen que concretarse las calles por las que podrán hacerlo. No está muy claro todavía qué ocurriría si uno es residente de una de las zonas de este área de acceso restringido y quiere trasladarse a otra de ellas. ¿Será necesario salir y entrar por otro punto distinto? Fuentes de la máxima solvencia comentaron a LD que así será. "No tiene sentido que tengas que recorrer (en coche) toda la zona". Pero no se precisa si esta área central de acceso restringido será un área única o no.
Reducción de carriles y de velocidad a 30km/h
También proponen "intervenir en las calles de fácil penetración en la ciudad reduciendo el espacio dedicado al automóvil"; es decir, reduciendo los carriles de circulación. La tercera de estas medidas afecta a la "movilidad peatonal", y lleva aparejada la reducción de la velocidad a 30 km/h en algunas calles –algo que ya se había esbozado con anterioridad–.
Parquímetros fuera de la M-30
Otra de las medidas más polémicas tiene que ver con la regulación del aparcamiento fuera de la M-30. Finalmente y tal y como consta en este borrador, se implantarán parquímetros para los no residentes. Textualmente lo explican así: "Implantación de un sistema de regulación de estacionamiento en los barrios que así lo demanden, sin coste para los residentes y regulación mediante tarifa para los no residentes".
Y en el área interior de la M-30 se pretende "optimizar" los tiempos de rotación y ratio de plazas para residentes y no residentes.
Proponen crear también una red de aparcamientos disuasorios en la corona metropolitana, conectada con puntos de transporte público, que facilite el paso del vehículo privado al transporte público para evitar así la entrada de los coches al centro de la ciudad (interior de la M-30). Ecologistas en Acción –presente en el encuentro de este miércoles- quiere ir más lejos en este sentido: pretende que los aparcamientos disuasorios no estén en la zona limítrofe con la ciudad sino cerca de las estaciones de tren o cercanías de las localidades cercanas a Madrid.
Entre las medidas presentadas también se contempla limitar definitivamente la velocidad a 70 km/h en las vías de acceso a la ciudad y en la M-30. Hasta ahora, esta limitación sólo se ponía en marcha cuando se activaba el protocolo contra la contaminación.
A partir de este momento, se abre un proceso de diálogo con vecinos, asociaciones, grupos políticos. Se incluirán modificaciones y mejoras, indica el Ayuntamiento, y con todas ellas se espera que el Plan sea aprobado por la Junta de Gobierno a principios de 2017.