El caso del cabo de la Guardia Urbana de Barcelona expedientado por llevar una muñequera con los colores de la bandera de España ha provocado una movilización a su favor y en réplica a la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, y su jefe de seguridad, Amadeu Recasens. El Ayuntamiento de Barcelona pretende sancionar al agente con una suspensión de empleo y sueldo por incumplir el reglamento indumentario de la policía local de la capital catalana y "perjudicar la imagen del cuerpo".
La falta del cabo es llevar una muñequera con la bandera de España y además en el transcurso de una manifestación en favor de la libertad religiosa y de que los veteranos de la Legión puedan participar en procesiones de Semana Santa en Cataluña.
El asunto ha provocado una oleada de solidaridad hasta el punto de que en la plataforma Change.org ya contabilizan casi quince mil las firmas de apoyo al guardia, al que se identifica como el agente 24.189, a pesar de que dicha plataforma no ha difundido en redes la iniciativa.
En Twitter la etiqueta #todosconjuanjo es la que coordina una concentración en apoyo al policía y para que el Ayuntamiento cancele el expediente. El acto tendrá lugar el próximo martes 8 de noviembre ante la gerencia de Recursos Humanos del Ayuntamiento condal, en la calle Escar número 1.
Tanto la Guardia Urbana de Barcelona como los Mossos d'Esquadra tienen sectoriales en la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y sus miembros acostumbran a lucir esteladas en pins e incluso en las culatas de las armas reglamentarias. La consejería de Interior de la Generalidad se ha negado a desautorizar a la sectorial de los Mossos, igual que el Ayuntamiento respecto a los guardias urbanos separatistas. Sin embargo, la bandera de España es una afrenta y un "acto de discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social", según el expediente contra el cabo.