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Un yihadista preparado para atentar: “Estoy ante un juez por José Coronado”

Arranque de ciencia ficción en el juicio a una célula de Estado Islámico detenida a principios de 2015 en la ceutí Barriada del Príncipe.

Arranque de ciencia ficción en el juicio a una célula de Estado Islámico detenida a principios de 2015 en la ceutí Barriada del Príncipe.
José Coronado en El Príncipe | Archivo

De película o más concretamente de serie de televisión ha resultado la primera sesión del juicio a –al menos sobre el papel­– la célula yihadista más peligrosa de las detenidas en España en los últimos tiempos. A tenor de la Fiscalía, un grupo ordenado y jerarquizado, adscrito al Estado Islámico y preparado para "llevar acciones armadas" en nuestro país. La explicación de su presunto líder, un joven llamado Farid Mohamed Al Lal, del porqué se sienta en el banquillo ha sorprendido a propios y a extraños: "Yo no estoy aquí por el Daesh sino por José Coronado".

Hace falta mucho contexto para entender esta historia. La Policía detuvo a los seis procesados que componían la célula a principios de 2015. Los arrestó en la Barriada del Príncipe, en la ciudad autónoma de Ceuta. Se da la circunstancia de que, en fechas más o menos similares, se rodó una serie de televisión que proyectó después Telecinco, ambientada en esa localización y con el nombre de El Príncipe. El actor José Coronado interpretó el papel protagonista de Fran Peyón, un inspector de policía que actuaba allí contra la acción de grupos radicales de islamistas.

Contrasta la peligrosidad con la que el Ministerio Público retrata a esta célula con la sorna en el relato que han ofrecido los acusados. Al Lal ha detallado que, en una de las jornadas de grabación, uno de sus amigos insultó a Coronado por su personaje en El Príncipe. Según la versión del presunto terrorista, el actor le contestó que terminaría preso antes de que terminara la serie. De hecho, ha añadido que el intérprete madrileño y su compañera de reparto, la actriz Hiba Abouk, estuvieron presentes en la detención: él le propinó dos puñetazos y aún le envía cartas a la cárcel donde cumple reclusión y ella se hizo pasar por secretaria judicial.

Un yihadista poco usual

"¿Cómo voy a ser partidario del Estado Islámico si yo veo porno y salgo en fotos medio desnudo? Eso no lo haría uno del Estado Islámico", ha respondido el supuesto cabecilla a la Fiscalía. Al Lal se ha presentado como un "delincuente de toda la vida", pero lejos de los delitos de integración en organización terrorista y tenencia ilícita de armas que se le imputan. Niega que el material requisado en su domicilio sea suyo, puesto que solo poseía "armas de plástico" de sus sobrinos y cuchillos que empleaba para "la fiesta del borrego", siempre según su tesis.

Tampoco reconoce los vídeos publicados en sus redes sociales donde aparecen fotografías del Vaticano cubiertas por banderas yihadistas o imágenes que justificaban los atentados de las Torres Gemelas. Según Al Lal, "mucha gente" tenía acceso a su ordenador personal. Preguntado por la legitimación de los ataques terroristas, ha alegado que la gente "tiene derecho a defenderse", pero que no por ver un vídeo comparte esa ideología: "Presumimos que estamos en un país democrático. ¿Por ver un vídeo tengo que ser terrorista? ¿Y si veo un vídeo porno tengo que ser actor porno?", ha pronunciado ante la mirada atónita de las partes. Los investigadores encontraron vídeos de decapitaciones en su ordenador: "Veía que morían sonriendo y flipaba con ello".

El resto de los acusados

Pero Farid Mohamed Al Lal no está solo en el banquillo. La Audiencia Nacional juzga también a sus dos hermanos, otra pareja de hermanos y un sexto acusado. El supuesto líder se enfrenta a doce años y medio de cárcel, los demás a diez años y medio. Ninguno de ellos se reconoce integrante del Estado Islámico, aunque uno ve "bien el tema yihadista, que cada uno se defienda como le dé la gana". El procesado sin lazos de sangre incluso ha renegado de la organización: "No sé lo que es DAESH, lo que es ISIS y cómo se llame. Estoy en contra de esta gente, ya que son unos asesinos, y yo soy un infiel para ellos. Yo amo la vida".

Según el relato de la Fiscalía, tras los atentados en Francia, el grupo investigado escribió mensajes en distintos puntos de Ceuta como: "Lo de Charlie es poco, el Estado Islámico está de camino".

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