El fiscal Pedro Horrach se encuentra a punto de abandonar la fiscalía y convertirse en la memoria popular como el gran defensor de la infanta Cristina en el "caso Noos". En una entrevista concedida a La Razón, Horrach ha hecho repaso de lo que han supuesto estos últimos años en su trayectoria profesional. En concreto hace referencia a la imputación de la abogada de Manos Limpias, Virginia López Negrete y ante la pregunta de si la letrada ha sido imputada por sentar en el banquillo a la infanta Cristina, el fiscal afirma desconocer qué son las cloacas del Estado y califica de brindis al sol las acusaciones públicas lanzadas por López Negrete porque "no concreta nada de esas supuestas presiones de las cloacas del Estado".
Horrach también asegura que no le sorprende la imputación de la directora jurídica del sindicato Manos Limpias, aunque confiesa que perdió las formas cuando la acusó de ser "una chantajista y una extorsionadora". El fiscal reconoce que fue un momento de mucha tensión aunque matiza que sigue manteniendo lo mismo en cuanto al fondo de la acusación.
En cuanto a la acusación de la infanta, Horrach mantiene sus tesis y asegura que Cristina de Borbón no conocía y no participó en los hechos presuntamente delictivos. Afirma que no debería estar imputada porque "el delito en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es de naturaleza exclusivamente personal y para ser cooperador necesario se requiere un acto positivo de colaboración" y compara la situación de la infanta con la no imputación de las esposas de los investigados en el caso de las tarjetas black.
El fiscal también rechaza haber recibido presiones por parte de la Casa Real y de sus superiores para no pedir la imputación de la infanta y se declara como el único responsable de todas las decisiones que se han adoptado en la causa.
Durante la entrevista, el fiscal también ha arremetido duramente contra la figura de la acusación popular, a la que califica de "palos en las ruedas de la acusación pública". Asegura que "no tienen ningún sentido" porque dificultan los acuerdos entre la Fiscalía y la acusación y porque "se ha demostrado reiteradamente que los partidos políticos se constituyen en acusaciones populares no para contribuir en la investigación sino para obstaculizarla".
Horrach se encuentra a la espera de conocer la sentencia del caso Noos para que su excedencia se haga efectiva. Asegura que la decisión de abandonar la Fiscalía no fue un calentón, aunque admite que está motivada por el propio caso Noos y por diez años con una carga de trabajo y una presión mediática que le han llevado a virar su trayectoria profesional para ejercer la abogacía privada.