El presidente de la Generalidad, Carles Puigdemont, advierte que la apertura del juicio contra Artur Mas, Joana Ortega e Irene Rigau por el referéndum del 9-N, tendrá una respuesta en forma de movilizaciones populares. En una entrevista emitida por el circuito catalán de TVE este jueves por la noche, el dirigente separatista afirmó: "Si hay un juicio, no nos limitaremos a hacer un comunicado de prensa; habrá consecuencias. Habrá indignación en la ciudadanía. Cuando comience el juicio, habrá respuesta".
El entrevistador, el periodista Quim Barnola, director del programa El debat de la 1, le preguntó si no teme las consecuencias judiciales de organizar otro referéndum, a lo que Puigdemont replicó que "me parecería un despropósito colosal". Igual de "ridículo" que la actuación judicial contra el Ayuntamiento de Badalona.
La estrategia de echar a la gente a la calle también ha sido expresada por Irene Rigau, una de las "cooperadoras necesarias" de Artur Mas, en TV3. "Necesitaremos la fuerza de la gente", ha declarado la exconsejera de Enseñanza y actual diputada de Junts pel Sí.
Un nuevo referéndum, pero "vinculante"
A falta de conocer la fecha del comienzo del juicio, que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) todavía no ha decidido, los nacionalistas han activado la fase de calentamiento. El propósito nada disimulado es efectuar un gran acto de masas, una réplica del "Onze de Setembre" que sirva de trampolín para el referéndum que quieren organizar convergentes, republicanos y la CUP en septiembre del próximo año.
En ese sentido, Puigdemont afirmó que "lo que convertirá en vinculante este referéndum será la participación. Si hay una movilización grande, el referéndum será válido. El mundo no tendrá dudas".