El todavía secretario general, Pedro Sánchez, ha dado un nuevo giro de timón. Según confirman fuentes de la dirección a Libertad Digital, Sánchez ha aceptado la readmisión de los 17 dimitidos de la Ejecutiva como un "gesto de generosidad" para forzar una votación en la que participe él y toda su dirección. Lo ha hecho tras pedir la palabra en el interior de la Sala Ramón Rubial ante los miembros del Comité Federal. Según las mismas fuentes, ha pedido "un nuevo receso para valorarlo".
Según las fuentes consultadas, Sánchez ha hecho esta propuesta para suspender el Comité Federal y sustituirlo por una Comisión Ejecutiva Federal el próximo lunes, con todos los miembros -dimitidos incluidos-, y votar en la CEF la posición sobre el sentido de voto del PSOE a una investidura de Mariano Rajoy. Una votación que se volvería a realizar el próximo sábado en un nuevo Comité Federal.
La propuesta fue rechazada por los críticos comenzando por el barón aragonés, Javier Lambán, para decirle un claro no a Sánchez "porque no es el secretario general". Se han pedido 150 palabras en el interior de la sala frente a las cuarenta que son habituales en el Comités más críticos.
Ares quita la palabra "a la autoridad"
Una intervención que se producía después de la que ha efectuado la presidenta, Verónica Pérez, pidiendo que se acepte el informe realizado por los miembros de la Comisión de Garantías para convocar urgentemente al órgano. Según las citadas fuentes, Rodolfo Ares le ha quitado el micrófono a Verónica Pérez para descartarlo tajantemente por ser "una barbaridad".
Con cuatro horas de retraso, y una intensa negociación en la Mesa del Comité Federal del PSOE, se abrió el turno de palabras de la presidenta del Comité Federal, Verónica Pérez, para constituir formalmente el CF y los 253 miembros del censo. La duda: si la Ejecutiva de Pedro sánchez y sus 17 miembros tienen derecho a voto por ser "ilegítima" según los miembros del sector crítico.
Este es precisamente el objeto de la ardua negociación que han mantienen los miembros de la Mesa de Presidencia, Verónica Pérez, Rodolfo Ares y Nuria Marín, en la planta baja de Ferraz 70 mientras la sala Ramón Rubial permanecía a la espera de la negociación.
Según fuentes socialistas consultadas por LD, se trata de una negociación "a cara de pero" principalmente entre los máximos representantes de ambas partes: Pérez en nombre de los críticos; Ares, en nombre de los oficialistas; y Marín como "mediadora".
La batalla es sobre todo: si vota la Ejecutiva, si la votación es secreta y, si se vota, qué se vota. Porque en lo único que ha habido un avance, y cesión de los oficialistas, es aceptar la legitimidad de la actual presidencia del Comité. Con las posiciones enfrentadas, el receso continúa mientras se suceden las negociaciones paralelas para consensuar "un acuerdo político" que pueda someterse a votación. "Se ha llamado a votación pero los pedristas se niegan a votar si no vota la Ejecutiva", dicen fuentes presenciales.
Negociaciones "de todos con todos", según las fuentes consultadas por LD, que han visto in situ las conversaciones entre Susana Díaz, Josep Borrell y Miquel Iceta. Pero en la negociación han entrado de lleno los miembros de la Ejecutiva actual de Sánchez: Patxi López, Antonio Hernando y Óscar López.
El "cambio de chaqueta"
Fuentes del sector crítico hayan avanzado a LD que "hay cambios de postura en la Ejecutiva de Sánchez" que estarían dejando sólos a Pedro Sánchez y su número dos, César Luena, y aceptarían que se constituya una comisión gestora que acaben con el hasta ahora líder de PSOE. "La batalla se ha acabado", sentencian estas fuentes", mientras el sector oficialista del partido apunta a "intoxicaciones interesadas" de los críticos aunque reconocen que "dudas tenemos todos".
Pero son muy numerosas las fuentes del sector crítico que apuntan en esta dirección y apuntan incluso a los nombres que estarían buscando el acuerdo político con los críticos: Patxi López, Antonio Hernando, Óscar López y Meritxell Batet.