Con más de media hora de retraso dio comienzo la reunión extraordinaria del Comité Director del PSOE andaluz. Y en abierto: la página web del partido decidió que, a través de un streaming, todo el mundo ajeno a la organización pudiera seguir el discurso más esperado. Susana Díaz se hizo de rogar, pero cuando llegó su turno de palabra una imponente ovación impidió a la secretaria general de los socialistas comenzar su discurso.
Antes mantuvo un encuentro con su ejecutiva para comunicarle sus intenciones, en un salón del Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla donde luego se encontró con el resto de los miembros de la plana mayor del PSOE andaluz.
No obstante, decepcionó. Se esperaba más de la presidenta de la Junta de Andalucía en un momento absolutamente crucial para su partido y a la vista de los últimos acontecimientos. Aún no ha respondido al reto de Sánchez para que aclare finalmente si va a optar al cargo nacional en primarias, pero sí fue clara cuando –en referencia a las palabras de Pedro Sánchez, en la entrevista concedida al diario.es, retándola a posicionarse en un bando, el del no a Rajoy o el de la abstención– dijo: "En este partido no hay bandos, ni el PSOE es ninguna banda".
También contestó sin rodeos a los partidarios del secretario general: "El PSOE no es patrimonio sólo de sus militantes, lo es de sus militantes y de cientos de miles de hombres y mujeres que nos han dado sus votos", dijo y desveló sus preferencias: un congreso para elegir secretario general, pero "sin prisas, porque necesitamos una reflexión profunda" y "porque lo primero es España y después el PSOE". "A partir de ahora, todas las soluciones son malas. Porque hemos llegado a un punto en el que ninguno de los caminos que podemos elegir nos gustan".
"No nos perdonarían nunca que se antepusieran intereses personales", dijo también Díaz, cuyas referencias al secretario general del PSOE fueron constantes. "La cadena de derrotas es consecuencia de que nos hemos desconectado de la sociedad". "Vamos cosechando derrota tras derrota".
Sin embargo, la líder socialista también quiso enviar un mensaje conciliador en plena crisis. "Vamos a poner de nuestra parte para construir y coser, para restituir la fraternidad en el socialismo de España". Díaz aseguró que la sociedad reclama serenidad, confianza y templanza. No obstante, no se resistió a responder a algunas de las acusaciones que se han lanzado desde el entorno del secretario general: "Me ha dolido mucho que se diga de personas como Felipe González o Zapatero, o al mismo PSOE andaluz, que somos subalternos del PP; porque no conozco a ningún socialista que no lo sea hasta la médula". "Ser socialista es incompatible con ser de derechas", resumió Susana Díaz.
Una de las partes principales del discurso de la secretaria general de los socialistas andaluces tuvo como protagonista a Podemos. "Piensan que lo que han hecho con IU pueden hacerlo con el PSOE", pero eso no va a suceder porque "el PSOE es mucho PSOE". Y ha pedido hacer "autocrítica" sobre los malos resultados que el partido ha ido encadenando. "El PSOE de Andalucía no tiene complejos", proclamó la lideresa andaluza, que señaló que por eso los andaluces les han votado. No tiene complejos ante Podemos y no se ha desnaturalizado, concluyó.