Puntual como siempre arrancó el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, el primero del nuevo curso político tras el verano. La alcaldesa de la capital –en su comparecencia a petición propia para rendir cuentas– facilitó una serie de datos y vídeos a través de las tablets dadas a los concejales, en los que se fijaba fundamentalmente en la basura.
La "herencia recibida" volvió a ser la protagonista de esta sesión en la que la oposición en bloque se quejó del "poco respeto" que hacia ella tiene el equipo de Gobierno: facilitar la información a los grupos políticos "a las 8.20 de la mañana [el Pleno comenzó a las 9.15] sí es una falta de respeto", se quejó Esperanza Aguirre.
Manuela Carmena defendió la gestión que realiza su Ejecutivo en relación con este asunto, en especial el trabajo realizado por Inés Sabanés. "La política que hacemos es verdaderamente milagrosa con lo que nos hemos encontrado", dijo, refiriéndose una vez más a los contratos de limpieza realizados por la anterior corporación. "Hemos conseguido que, a pesar de esto, se limpie lo más posible".
"Estos contratos son un calvario que nos hemos encontrado pero estamos gestionándolos bien", resumió, antes de recordar que en 2009 el Ayuntamiento destinó 243 millones de euros, cuando hoy la cantidad cae a los 163 de la mano de los contratos integrales. "Lo barato sale caro", lamentó Carmena. "Así no podemos seguir", declaró. "Quizás tendremos que replantearnos la resolución de contratos pero esperaremos a ver las incidencias de los nuevos contratos, como el de recogida de basuras", que incluye un servicio de recogida de cartón comercial a domicilio y de vidrio.
Pero la falta de limpieza no es sólo una cuestión de dinero, según la regidora. Y es que en el vídeo que proyectó durante su discurso se muestra cómo en cuestión de horas se acumulan numerosos deshechos en torno a los contenedores de reciclaje de vidrio y papel a pesar del paso "hasta cinco veces al día" de los barrenderos municipales. "Hemos hecho lo que teníamos que hacer para que a pesar de esos contratos se limpie lo que teníamos que limpiar", dijo.
Además, Carmena mostró tres fotografías: "¡Qué disgusto cuando las veo!", exclamó, para a continuación señalar que no todas son de Madrid, sino que dos de ellas corresponden a "capitales europeas que nadie pone en cuestión por no estar limpias", tratando así de demostrar que no todas las fotos que circulan son reales y que, por tanto, tampoco la suciedad lo es.
"Decir que Madrid está limpio y que la oposición se empeña en traer fotos para decir que está sucio, hombre…", le reprochó la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís. "Partir de la premisa de que Madrid está limpio es una mala premisa para limpiar Madrid. La realidad dista mucho de aquella que nos han expuesto", le recriminó.
Hasta el PSOE no se puso esta vez del lado de Ahora Madrid. "La percepción de los ciudadanos es que no ha mejorado. Entienden que Madrid está sucio", le espetó Purificación Causapié, que como dato señaló que los avisos de retirada de muebles han aumentado. También nos preocupa mucho que sea más persistente en los barrios más humildes, porque efectivamente lo que se ve es un deterioro en algunos barrios en la ciudad.
Los contratos realizados por Ana Botella "fueron una estafa", dijo Causapié, pero añadió que ya ha llegado el "momento de buscar soluciones". Así el PSOE llevó al Pleno una iniciativa para rescindirlos en los casos en que no se puedan tomar otras iniciativas. "No nos interesa un conflicto entre quién lo hace mal: el PP o el Gobierno. Nos interesa buscar una solución
"Ya han pasado 16 meses, desde que gobiernan la capital, y ya no pueden echar la culpa a la herencia recibida. Si no les gustan esos contratos, cámbienlos", les dijo Aguirre,