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Rivera sufre su primer gran fracaso

Ciudadanos retrocede hasta la marginalidad en dos comunidades clave, dificultando mucho su implantación futura. 

Las palabras del vicesecretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, eran claras: "Está claro que no hemos alcanzado el objetivo que nos habíamos planteado". Su comparecencia se producía pasadas las diez de la noche en una desangelada sede del partido naranja en la calle Alcalá de Madrid, donde apenas una decena de militantes se habían acercado y donde Albert Rivera tan sólo acudía un instante para saludar a los miembros del equipo electoral. Nada que ver con las escenas de júbilo vividas hace sólo meses en el mismo lugar.

Ciudadanos no ha obtenido representación ni en el País Vasco ni en Galicia, con lo que la formación de Albert Rivera se queda fuera ya de cinco de los diecisiete parlamentos autonómicos (en 2015 no logró entrar en Navarra, Castilla-La Mancha y Canarias) un resultado que supone un duro aldabonazo al proyecto centrista, que en palabras de su propio líder debe prepararse "para gobernar España algún día".

Mirados al detalle, los resultados no dejan lugar a dudas del fracaso del presidente de Ciudadanos, que como en todas las campañas que han tenido lugar desde 2015 ha sido el protagonista principal, relegando a los candidatos. Rivera pierde decenas de miles de votos con respecto a su resultado del pasado 26 de junio en las cuatro provincias gallegas y en las tres vascas, quedando su partido relegado a la marginalidad.

Dos "buenas" campañas

Ni siquiera el respaldo la última semana de campaña en Bilbao del gran referente del constitucionalismo vasco, Fernando Savater, ha evitado que Ciudadanos pierda el escaño que en 2009 y 2012 obtuvo UPyD por Álava. Villegas ha lamentado haberse quedado fuera del Parlamento de Vitoria por "unos quinientos votos" y ha rechazado vincular el resultado a las polémicas palabras de Rivera el último día de campaña hablando de un País Vasco sin "buenos y malos".

En Galicia las cosas no han ido mejor, después de una campaña con errores como un autobús electoral plagado de erratas que fue objeto de mofas en las redes sociales, precedida además de una explosiva situación interna del partido, con constantes enfrentamientos en una militancia muy escaldada por la decisión del partido de forzar un relevo en la lista de La Coruña el 26-J. Ciudadanos obtiene un tercio de los sufragios logrados en junio, cuando ya se perdió el escaño obtenido en diciembre por La Coruña. Una situación que hace muy difícil su implantación futura en esta comunidad.

Pese a todo,Villegas ha asegurado que Ciudadanos "seguirá trabajando con los vascos y gallegos" y ha calificado como "buenas" las campañas llevadas a cabo en ambas comunidades. Finalizado el "ciclo electoral" al que el propio número dos naranja se ha referido como el que comenzó en las europeas de 2014, el partido centrista es fuerte en cinco comunidades: Cataluña, Madrid, Andalucía, Valencia y Murcia, y débil o marginal en el resto. Una realidad que lo aleja de aspirar en el medio plazo a ser un partido "de Gobierno".

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