
La dirección federal del PSOE va de farol, a medias. Su amenaza de convocar un congreso adelantado al mes de octubre no deja ser eso, una amenaza a día de hoy que se ejecutará o no en función de la ofensiva que los críticos planteen en el Comité federal del 1 de octubre. Pero lo que este viernes ha demostrado el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es su voluntad de resistir hasta el final las presiones externas e internas que pretenden cobrarse su cabeza política al frente del PSOE.
En una comida-mitin con militantes en Tui, Pontevedra, el secretario general del PSOE volvió a dirigirse directamente a la militancia, su principal baluarte, para referirse a las revueltas aguas del PSOE: "Habréis visto que andan revueltos... que hay mucha presión hacia el PSOE. Y cuanto mas arrecia esa presión y esos ataques de la derecha política y mediática, mas emerge la verdad. Y la verdad es que el PSOE es un proyecto autónomo, que sirve a la clase trabajadora y a la clase media y no a los poderes económicos".
En una referencia velada a las voces que internamente defienden una abstención, Sánchez volvió a parapetarse en las bases que defienden mayoritariamente el n'no' al PP y que tendrían que decidir en un futuro congreso sobre el liderazgo del partido. Con un añadido: el líder del PSOE se postula ya como el candidato de la militancia, libre de cualquier tipo de presión: "nosotros a quien rendimos cuentas es a vosotros y no a esos poderes políticos y mediáticos que quieren que Rajoy gobierne sin oposición".
En un encendido discurso en el final de la campaña gallega, Sánchez ha respondido a al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, que "lo que hace daño" a España es que España tenga un presidente del Gobierno que ampara y que da cobijo a la corrupción". Y por ello ha pedido "sacar tarjeta roja el domingo a Rajoy y a Feijoo".
El líder socialista ha mandado otro aviso a navegantes de cara a la reunión del próximo 1 de octubre del Comité Federal al asegurar: "No nos vamos a abstener. Lo que vamos a hacer es plantar cara a aquellos que están llevando al país a una deriva que no nos gusta". Uno de los momentos que más ha sido aplaudido por la militancia del PSOE en quien pretende atrincherarse el actual secretario general socialista.