Las diferencias entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón van mucho más allá de un cruce de tuits entre ambos o de unas palabras subidas de tono encima de un escenario. El número uno y el dos del partido tienen, en estos momentos, un problema mucho más difícil de solventar: cada uno entiende lo que debe ser Podemos de una forma muy diferente.
En los últimos meses, las dos familias de Podemos, pablistas y errejonistas, han construido sus tesis de cómo quieren que sea Podemos en los próximos años. Algo que ha provocado sonados enfrentamientos entre ambas corrientes: desde el cese de Sergio Pascual a los mensajes en las redes sociales de este mismo martes.
¿Qué Podemos quiere cada uno?
Iglesias y Errejón coinciden en la idea de que la hipótesis que crearon en su asamblea fundacional de Vistalegre, la de crear una "maquinaría electoral", ha caducado. Ahora, creen que hay que reconfigurar la formación y, también, reconstruirla a nivel territorial.
Pero, primero, tienen que concretar la estrategia que van a seguir, algo que no va a ser una tarea fácil ya que las diferencias políticas de sus proyectos son importantes.
Pablo Iglesias y sus afines dicen que quieren recuperar "la esencia" del Podemos de los orígenes, el que , según ellos, "hablaba claro y diciendo las verdades". Un partido que se convierta en un "bloque histórico" mucho más escorado a la izquierda. Más duro, "más cercano a la calle" y menos institucional. "No nos vamos a dejar domesticar. Vamos a politizar el dolor de la gente", ha gritado Pablo Iglesias en varios de sus últimos mítines. El líder de Podemos también ha recuperado en un tono mucho más combativo, que se parece más al del Iglesias de los inicios de Podemos que al utilizado en las últimas campañas.
Por su parte, Íñigo Errejón y sus más cercanos defiende un Podemos que resulte "más amable", que no se escore en la izquierda del tablero, más "transversal", y que no dé "miedo" a ciertos sectores de la población. Un partido, dicen, que mire "hacia afuera uniendo a toda la gente cansada de injusticias", vengan de dónde vengan.
Relación con el PSOE
Otra de las diferencias entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón es la forma de relacionarse con el PSOE. Como ha explicado este miércoles en el Congreso Irene Montero, hay "posiciones diversas" en este tema.
Por un lado, el secretario general y sus cercanos quieren tener, según explicó la dirigente del partido, un trato de "igual a igual" con los socialistas sin "regalarle el gobierno a cambio de nada". "Quienes han votado a Podemos no quieren que regalemos un gobierno al PSOE sino que lleguemos a un acuerdo de un gobierno de progreso", afirmó.
Montero insinuó que, por otro lado, estaría la posición de Errejón,que sería más permisiva: "Hay otra línea de tensión, otro eje o tendencia que tiene más que ver con una relación distinta. Distinta de la que he planteado ahora", aseguró Montero, que no quiso dar nombres concretos.
"Les puedo dar mi opinión, que la he manifestado con rotundidad. La de otros compañeros creo que deben ser ellos quienes las expresen, si es que las tienen, quizá no las tengan", añadió.
Cómo solucionarlo
Podemos convocará en unos meses una nueva asamblea como la que celebraron en Vistalegre. Será entonces cuándo se verá si estas diferencias entre sus líderes son solventables o si se convierten en dos proyectos enfrentados.
Pero hasta que se celebre esta asamblea, los dirigentes morados y sus afines continuarán escenificando sus diferencias, incluso discutiéndolas en eventos como la "Universidad de Podemos" que celebran desde este jueves al próximo domingo.