Ha sido un gesto con el que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha querido congraciarse con el presidente y barón extremeño, Guillermo Fernández Vara, a quien los críticos auparon la semana pasada a la categoría de mártir político por la 'censura' de la dirección federal y su bloqueo a un debate interno en aras de lograr la abstención del PSOE. A la vista de la imposibilidad de cuadrar agendas, el líder socialista -que se encuentra de campaña en Galicia después de visitar el martes el País Vasco-, descolgó el teléfono para llamar a Vara e informarle de las conversaciones que mantienen con el Ejecutivo para desbloquear algunas medidas económicas, habida cuenta de la ingobernabilidad en España.
Medidas como las solicitadas por el propio Vara para permitir que los ejecutivos autonómicos puedan aprobar los presupuestos de su autonomía y no se vean abocados a prorrogar el techo de gasto. "He hablado con Pedro y me ha manifestado que están hablando con el Gobierno en esta misma línea, intentando acordar con el Gobierno de España para ver cómo podemos salvar esta situación".
Una conversación en la que no sólo se ha hablado de economía sino de política, de la situación del PSOE y de los resultados del próximo domingo que condicionarán la línea que mantendrán los barones en el futuro Comité Federal.
Vara no ha querido desvelar públicamente el contenido de la llamada porque "son conversaciones que tenemos entre nosotros. Lo que queremos que se haga público se hace público, y lo que no lo dejamos en privado". Pero sí ha minimizado las críticas de la semana pasada que hoy ha calificado de "anécdotas irrelevantes". "Lo interno o lo nuestro son puras anécdotas".
Sin embargo, Vara ha insistido en la necesidad de "buscar una salida" y, sin pronunciar la palabra abstención, ha añadido un concepto nuevo: la moneda de cambio. "Nadie me ha preguntado a cambio de qué", ha dicho el líder extremeño apuntando a una negociación con el PP y a lo que, sólo en privado, solicitan algunos de los barones más críticos como Susana Díaz, que el pasado viernes pidió a Rajoy "hacerle un favor a España y dar un paso atrás" en favor de un candidato alternativo que pudiera permitir el desbloqueo político y la abstención del PSOE.
Según fuentes territoriales consultadas por Libertad Digital, los críticos descartan ya medidas dramáticas como la dimisión de la mitad de la Ejecutiva, pero no forzar un debate y una votación en el citado órgano para abordar "una nueva situación". Y esto es exactamente lo que ha pretendido el líder extremeño, según fuentes de su entorno: forzar un debate y una reflexión que volverá a abrir en el próximo Comité Federal, y como hizo en solitario en el anterior celebrado el 8 de julio.
A la espera de esos movimientos, este miércoles Vara ha intentado restarle importancia a la semana de tensión vivida pero no ha desertado de la necesidad de un debate y una reflexión en el máximo órgano entre Congresos porque, "a medida que pasa el tiempo, se hace más necesario poner en valor la necesidad de que las situaciones se puedan desbloquear". Vara tiene sus esperanzas en que aquellos barones que en julio pasado le dejaron sólo a puerta cerrada pidiendo la abstención en el anterior Comité Federal el 8 de julio, ésta vez den un paso al frente.