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Un marroquí islamista se dedica a quemar vírgenes y decapitar santos en Navarra

El juzgado de Instrucción número 3 de Tudela ha decretado el ingreso en prisión del joven marroquí que quemó vírgenes y le cortó la cabeza a un santo.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Tudela ha decretado el ingreso en prisión provisional del detenido este miércoles en Ribaforada tras haber incumplido la orden de alejamiento de edificios de culto católico. En concreto, el investigado accedió a la iglesia del citado municipio con la intención de romper una cruz de crucero de piedra, así como de causar daños intencionados en una estatua de un santo allí existente.

En la comparecencia celebrada este mediodía en el juzgado, el Ministerio Fiscal ha solicitado el ingreso en prisión mientras que la defensa ha reclamado la libertad sin fianza, según ha informado el TSJN.

En el auto, que puede ser recurrido, el magistrado ordena el ingreso en prisión entre otros motivos "para la protección tanto de los centros religiosos ya atacados como los cercanos", así como de "las personas que puedan acudir a los mismos".

Además, el juez teme que, si quedara en libertad, el encausado, de nacionalidad marroquí, podría cometer otros hechos delictivos y apunta asimismo la existencia de riesgo de fuga y alarma social.

Según recoge el auto, "en el presente caso consta que estos hechos no son aislados sino que se repiten con cierta asiduidad". "De hecho vemos cómo el día 10 de septiembre se impone una particular medida de alejamiento respecto del investigado a los centros y edificios propios del culto católico motivado por varias actuaciones contra ellos, reconocidas por él mismo".

Se refiere así a "la propia parroquia de Ribaforada donde dice haber entrado con la idea de hablar por el micrófono, pero aprovecha para romper el misal allí existente y ya manifiesta la idea de quemar la iglesia". "Actos similares suceden en fechas recientes en la iglesia de Buñuel, aunque él mismo no reconoce estos hechos, pero guardan total similitud con los anteriores", añade el auto.

Asimismo, dice el juez, "en la misma declaración reconoce haber sido el autor de la quema de varias imágenes de la Virgen en la iglesia de Fontellas, a lo que debemos unir que él mismo es visto y reconocido debido a la bicicleta que llevaba, de color amarillo, por varias personas en la localidad".

Dicha bicicleta a su vez fue hurtada, según el auto, a un menor en la localidad de Tudela, "donde posteriormente mantiene un incidente con varias personas causándoles lesiones cuando es recriminado por haberse subido hasta a balcones tanto de la Plaza de la Constitución como de la Plaza de los Fueros con la idea, según manifiesta y corroboran los testigos y víctimas de dichas lesiones, de quitar unas banderas colocadas con motivo del mercado medieval en dicha Plaza y que simbolizaban según el investigado las banderas de la cristiandad y de Israel".

En total, el joven, de 20 años, ha profanado dos iglesias, quemado tres Vírgenes, decapitado un santo y destrozado una cruz de piedra en menos de siete días.

A ello se suma, expone el auto, "la actual detención por hechos muy similares a los descritos anteriormente, en cuanto la entrada en la iglesia parroquial de Ribaforada con la intención, como lo demuestra que finalmente consiguiese su propósito, de romper la cruz de crucero de piedra que preside la portada de la iglesia.

Según el juez, estos hechos "hacen prever que puede continuar realizando estas acciones de forma reiterativa y sistemática, con peligro para los edificios dañados y cercanos en la zona, para las personas que se encuentren en los mismos y para el propio investigado".

Añade que "nos encontramos con las claras denuncias del párroco primero y del Arzobispado después, corroboradas en el propio atestado de la Policía Nacional y de la Policía Foral en primera instancia respecto de la iglesia de Fontellas y ahora de la Guardia Civil en cuanto a estos últimos hechos". Junto a ello, "las propias manifestaciones del imputado ante este instructor, indicando que fue él quien causa los daños, que no sabe porque lo hace pero que cree en el Islam como única religión".

En el presente caso, dice el juez, "el imputado ha demostrado que le da igual que se interponga prohibición alguna" y "que acude una y otra vez tanto a esta iglesia de Ribaforada como a cualquier otra por su zona de actuación". "Sus propias actuaciones vienen a demostrar que carece de sentido de cumplimiento de las obligaciones", añade, para incidir en la "fijación que tiene con los símbolos religiosos, más allá de componentes de carácter delictivo organizado".

Según el auto, "ello puede responder a formas de actuar no controlables por su propia voluntad eso sí, que pueden venir propiciadas, como ya se indicaba en el auto de alejamiento impuesto, bien por los acontecimientos reiterados en los últimos meses por los medios de comunicación en relación con diversos ataques a personas o símbolos religiosos considerados en determinadas facciones del Islamismo contrarias al mismo, bien por la coincidencia en el tiempo con un cambio de ideas o una radicalización de las mismas que tengan su origen en el viaje realizado en verano a su país natal".

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