PP y Ciudadanos escenifican oficialmente un diálogo en Andalucía
Salvo sorpresa mayúscula los acuerdos no se producirán o serán inocuos para la Junta de Andalucía.
Oficialmente, claro, porque como se dedujo de las declaraciones pasadas del líder de C's en Andalucía, Juan Marín, Juan Manuel Moreno, el presidente del PP de Andalucía, le había hecho varias "faenas" en el pasado y subrayaba que no se fiaba de él. O sea, que hablar, han hablado, pero no oficialmente. Ahora se trata de escenificar, como consecuencia del acuerdo nacional para la investidura, un diálogo que tiene muchas papeletas para no cuajar.
La prensa andaluza atiende a la novedad de que dos partidos andaluces con presencia parlamentaria, por fin y oficialmente, se sienten a hablar. Pero olvidan que el PP e IU hablaron, y de qué modo, cuando Chaves no consiguió la mayoría absoluta habitual el año 1994. Hablaron tanto y tan concretamente, que el presidente del Parlamento fue Diego Valderas, coordinador después de IU en Andalucía durante años con los votos del PP.
Ahora, PP y Ciudadanos se sientan para hablar, no de cargos porque no suman, sino según Ciudadanos, de política fiscal, empleo, RTVA y ley electoral. La novedad está, más que en el diálogo, en la posibilidad de limitar los poderes del régimen del Sur. Pero, naturalmente, el partido decisivo es Ciudadanos porque el PP no puede por sí mismo influir en nada. O sea, es la primera vez que Ciudadanos se aviene a dialogar oficialmente con el PP al margen de la Junta de Andalucía, a cuya presidenta apoya con una docilidad felpudiana.
Es difícil que fructifique porque Juan Marín que, por cierto, fue candidato de la AP de Manuel Fraga en Sanlúcar de Barrameda en 1982, ya ha dejado caer que de "pinza" contra el PSOE, nada de nada. Con ello rememora que aquella "pinza" de 1994 PP-IU conllevó un descalabro electoral de los "pinzones" en las elecciones de 1996 y una nueva mayoría absoluta para Manuel Chaves, que se desquitó a gusto de aquel apretón político.
El problema es que mientras el PP andaluz busca acuerdos para condicionar los presupuestos andaluces para 2017, Juan Marín se empeña en decir que Susana Díaz no tiene ninguna inestabilidad que temer. O sea, que probablemente, salvo sorpresa, esa sí, mayúscula, los acuerdos no se producirán o serán inocuos para la Junta de Andalucía.
Antes de producirse, el dialogo está minado por desconfianzas mutuas y por la estrategia nacional de ambos partidos. De Ciudadanos ya se conoce su afán "centrista", de mantener la posición equilibrista en la política nacional. En Madrid apoya al PP y en Andalucía, al PSOE y en los demás puntos de España según. Del PP se conoce que Ciudadanos es un peligro para su granero de votos y que trató de impedir la investidura de Susana Díaz acusando de "venta" a Ciudadanos.
Por otra parte, subraya ABC Ciudadanos quiere acuerdos sobre asuntos que van a perjudicar al PSOE pero asimismo al PP. Por ejemplo, ley de RTVA, en cuyo consejo de administración PP y PSOE son dominantes; el reglamento del Parlamento, que da poder a los partidos minoritarios y la propia ley electoral andaluza, hija legítima de la ley electoral general, que beneficia como es sabido al bipartidismo. Y además, quieren hablar de financiación autonómica y una ley andaluza de educación, que tampoco gusta al PP. O sea, en todos ellos el PP saldría trasquilado.
El PP prefiere acuerdos económicos que influyan en los presupuestos, pero para que salgan adelante necesitarán el concurso del PSOE andaluz, algo improbable. En caso de tensarse la cuerda, pocos dudan de que se romperá por el lado más débil.
Juan Marín lo ha expresado con toda claridad: "Un cambio de Andalucía sólo lo va a provocar que la presidenta andaluza, Susana Díaz,no cumpla lo que ha firmado con C's" y por ello, advirtió a los populares que "no pretendan que intentemos gobernar ambos desde la oposición, porque ese no es el objetivo de ese encuentro". Ah, entonces, ¿para qué?
Juan Manuel Moreno, relata El Mundo, dijo querer aportar "su grano de arena" a los próximos presupuestos andaluces y lamentó que el PSOE andaluz "no quiera" sentarse con ellos. "Le he dicho al PSOE-A si quiere que nos sentemos a hablar de verdad sobre Andalucía y sus problemas pero la soberbia -de la presidenta andaluza, Susana Díaz- le impide sentarse con el PP", señaló.
El PP andaluz quiere acuerdos con repercusión presupuestaria en Educación, Sanidad y política fiscal en la esperanza de que si los logra el PSOE no tenga más remedio que aceptarlos para impedir una crisis institucional. Pero Ciudadanos de Sanidad y Política Fiscal no dice una palabra. O sea, que estamos probablemente en un paripé mediático de diálogo antes que en un sincero acercamiento para cambiar algo en Andalucía.
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