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El obispo de Solsona conmina a los católicos a participar en el "proceso"

Xavier Novell en su glosa para la Diada: "La independencia llegará si el 51% de los votos del referéndum sobre la Constitución son favorables".

Xavier Novell. | Archivo

El obispo de Solsona, Xavier Novell, ha vuelto a mostrar su perfil más separatista e integrista con una glosa conmemorativa del "Onze de Setembre" que se parece más a un mitin político que a la prédica de un pastor. De entrada, da por sentado que "miles de ciudadanos de esta diócesis participarán especialmente en las manifestaciones de Berga y Lérida". Después, alude a la "mayoría parlamentaria" surgida de las elecciones del pasado 27 de septiembre que ha pactado una "hoja de ruta hacia la independencia que inauguraron con una decisión solemne del parlamento"

Acto seguido, sostiene: "Este camino hacia la república catalana tiene una primera fase, que parece que culminará el próximo otoño, que consiste en preparar y aprobar las leyes del proceso constituyente, de la seguridad social y de la hacienda pública, equipar a la administración de la Generalidad con las estructuras de Estado y promover un proceso de participación ciudadana en la elaboración de la futura Constitución".

Como si actuara en nombre del ejecutivo de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, Novell se justifica: "Os explico todo esto para pediros, tanto si sois partidarios como contrarios a la independencia, que os intereséis por este último punto del proceso de participación ciudadana en la elaboración de la nueva Constitución".

Salvo ruptura del pacto de la hoja de ruta, escenario que también se contempla en la glosa, Novell asegura: "La independencia llegará si el 51% de los votos del referéndum sobre la Constitución son favorables. Esta norma fundamental, una vez aprobada, lo será de todos y, por tanto, conviene que contenga los mínimos de convivencia comunes y derechos individuales y colectivos mayoritarios de la ciudadanía".

El problema no radica, según el obispo, en la fractura social, ni en la suma de ilegalidades cometidas por la Generalidad y la cámara regional, ni en el impacto económico y cultural de la ruptura. El drama está en que dicha Constitución pueda no ser respetuosa con "la tradición cristiana de Cataluña". "Los católicos no podemos pensar que el proceso participativo a partir del cual el Parlamento de Cataluña elaborará la Constitución no va con nosotros", remata el joven mitrado.

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