Felipe VI ha inaugurado ya el nuevo curso judicial. El monarca ha conducido en el Tribunal Supremo un acto solemne, sencillo, de algo menos de una hora de duración y al que han acudido un buen número de personalidades. Por ejemplo, los máximos representantes de las Fiscalías de Francia y Marruecos, países junto con Bélgica que mantienen un trabajo de investigación coordinado y en tiempo real con España. También han ocupado asiento en la Sala de Plenos magistrados del Alto Tribunal y de la Audiencia Nacional y, con signo político, el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y la juez emérita ahora alcaldesa de la capital, Manuela Carmena.
Aunque solo dos personas han hecho uso de la palabra. Han lanzado mensajes muy claros. En primer lugar, el Rey ha presentado a la Fiscal General del Estado. Consuelo Madrigal ha repasado la memoria relativa a 2015 del órgano que dirige, con una serie de datos llamativos: que los delitos por terrorismo yihadista investigados en la Audiencia Nacional superan por primera vez a los de ETA, que los juzgados abrieron medio millón de procedimientos penales menos en 2015 respecto del curso anterior y que el número de presos se ha reducido en más de 8.000 desde el año 2010.
Pero el señuelo se ha pronunciado en clave catalana. Madrigal ha advertido a los "sectores independentistas" que manifiestan un "total desprecio" al ordenamiento constitucional que la Fiscalía actuará "ante todos los órganos jurisdiccionales si fuera el caso", es decir, si no renuncian al desafío basado en continuas desobediencias a las órdenes del Tribunal Constitucional. En la misma dirección, ha dicho que "determinados usos de la libertad pueden suponer un peligro para la democracia" y que la verdadera libertad es "la ley".
Madrigal ha apelado a los principios consagrados en la Constitución: "en un escenario político y social incierto como en el que vivimos, conviene mantener la integridad de la conciencia moral". Como ejemplo de buen proceder ha aludido a la sentencia del TC que declaró inconstitucional la resolución con la que Juntos por el Sí y la CUP pusieron en marcha lo que llaman "proceso de desconexión". Ante el constante caso omiso, ha insistido la fiscal general, se elevará el conflicto a la jurisdicción penal si llegara el caso.
También ha abordado otros temas como la posibilidad de emprender una reforma constitucional con propuestas que "los nuevos tiempos imponen, o los cambios políticos o sociales demandan". Sobre otro asunto básico, el de la corrupción, ha alertado de que "grupos criminales organizados a nivel internacional han visto en la corrupción política o administrativa una fuente de beneficios que pretenden acaparar". Para luchar contra este fenómeno, según su criterio, hay que incentivar la denuncia y la colaboración entre organismos contra el fraude; y sería ideal un pacto de Estado.
"Rabiosa independencia" de los jueces
Concluido el discurso de Fiscalía, turno para el representante de jueces y magistrados. Con permiso de don Felipe, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, órgano de autogobierno de la judicatura, ha desplegado un testimonio más extenso. Principalmente para blindar la independencia de sus patrocinados: "A los jueces nos duele escuchar que esa justicia en la que creemos no es independiente, que está politizada, que son los partidos políticos los que dirigen la acción de los jueces". En este punto, ha clamado por la "rabiosa independencia" de la carrera judicial, puesto que la opinión de la politización de la Justicia, a su entender, "no se ajusta a la verdad y se desmiente".
Carlos Lesmes también ha opinado sobre la lucha contra la corrupción. En base a su discurso, no basta solo con la Justicia para combatir esta lacra, sino que tiene que ir acompañada de "estrategias de buen gobierno, de prevención y, sobre todo, de regeneración de la gestión pública". Según el presidente del TS, en el sistema judicial "no hay héroes ni seres excepcionales, ni está dotado de recursos extraordinarios", sino que funciona gracias a la "suma de hombres y mujeres prudentes, honestos" con respuesta para los conflictos. "Lo mejor de nuestro sistema de justicia son sus jueces", ha añadido.
El acto ha concluido con un aperitivo que abre el camino hacia un otoño judicial cargado de elementos trascendentes. En las próximas semanas arrancarán los juicios por las tarjetas black o el caso Gürtel; además de la declaración en el Supremo del portavoz separatista Francesc Homs por la consulta ilegal del 9N y la sentencia de Nóos.