Ciudadanos es el principal socio con el que cuenta Mariano Rajoy en el debate de investidura, pues le permite contar con treinta y dos síes adicionales a los del PP y al de Coalición Canaria. Sin embargo, el presidente del Gobierno en funciones no ha mostrado especial deferencia hacia Albert Rivera, al que ni siquiera ha citado en su discurso, como sí hizo Pedro Sánchez en su investidura fallida de marzo pasado, cuando alabó, incluso, el "coraje" del líder centrista, con el que se saludó al final del debate.
Nada que ver con la frialdad entre el líder del PP y el del partido naranja. En todo momento, Rajoy ha agradecido el apoyo de Ciudadanos al mismo nivel que el partido nacionalista canario, que tiene treinta y un escaños menos, e incluso que formaciones que concurren a las elecciones con el PP, como Foro Asturias, Unión del Pueblo Navarro y el Partido Aragonés Regionalista.
Preguntado por ello en su comparecencia posterior al debate, el portavoz centrista, Juan Carlos Girauta, afirmaba: "No me siento ninguneado en absoluto, ni siento que nuestro grupo haya sido ninguneado, básicamente porque si se busca la sustancia ahí dentro, la que hay es una parte del contenido de las exigencias de Ciudadanos. Es verdad quizá que citar cada vez en paralelo con un partido con un único representante a lo mejor… tampoco creo que haya mala intención en eso". En privado, dirigentes de la Ejecutiva de Ciudadanos no se mostraban satisfechos por el poco afecto expresado en el discurso de Rajoy.
Lo que Rajoy no ha explicado del pacto
De las propias palabras de Girauta se puede deducir ese enfado con el candidato a la investidura. No sólo por el ninguneo, sino por la falta de énfasis de Rajoy en la defensa del pacto suscrito con Ciudadanos el pasado domingo, de cuyo cumplimiento, ha dicho el portavoz centrista, dependerá el futuro Gobierno: "Por nuestra parte queremos aclarar que la estabilidad y la duración de ese Gobierno, en el caso de que se pueda formar, depende estrictamente en la medida en que se atenga a los 150 compromisos que hemos firmado para la mejora de España".
En esa línea, Girauta ha echado en falta más referencias al pacto: "Han quedado algunas reformas muy importantes sin explicar que Albert Rivera tendrá mañana que resumir en la media hora que tiene de tiempo. Él no tendrá la hora y media del presidente, tendrá menos tiempo, y allí se tratará de exponer algunas de las exigencias de Ciudadanos que no han quedado expuestas" .
El portavoz centrista ha marcado distancias también al referirse a la relación de Rajoy con la corrupción: "No es un secreto para nadie que no hablamos del partido ni de la persona que por la experiencia acumulada tenga la mayor credibilidad del mundo para hablar de este tema. Quiero recordar que es justamente por eso que nosotros establecimos aquellas seis condiciones previas a la negociación, que finalmente fueron aceptadas en su literalidad. Justamente es, en la medida en que se atiene y que se refiere a esos compromisos, podemos otorgar credibilidad a los compromisos contra la corrupción". Una palabras que anticipan uno de los posibles reproches que pueda hacer en su discurso del miércoles el propio Rivera, que tratará de mantener un distanciamiento crítico con el candidato al que van a dar el sí los treinta y dos diputados del grupo naranja.
En el PP, por su parte, quisieron restarle importancia al ninguneo. "Hoy era el día del candidato, y un discurso de investidura es la presentación del programa de Gobierno del mismo", enfatizaron desde el equipo de Rajoy, no sin recordar que públicamente les agradeció su respaldo. A algunos cargos populares, sin embargo, no les habría importado algún gesto de cariño hacia Rivera. "Tenemos que intentar que sea una alianza de futuro", susurraron, informa P. Montesinos.