El presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, ha admitido este domingo que el desafío separatista "genera cierta desorientación y fatiga" en la ciudadanía porque, en su opinión, ésta quiere que el proceso culmine y no entiende por qué el Gobierno español no permite un referéndum.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, el presidente de uno de los principales agitadores de la ruptura con España, la ANC, ha asegurado que "la gente está parcialmente desorientada" por las dificultades que pone el Gobierno al proceso, aunque ha admitido que entre las filas de los partidos independentistas también ha faltado "armonía" para avanzar "a la velocidad de crucero" prometida.
"A la propia mayoría independentista -en el Parlament- le ha costado encontrar toda la armonía necesaria para avanzar a una velocidad de crucero que todos hubiéramos querido más rápida. Pero la gente sabe que lo que vamos a hacer es complicado y mantiene la ilusión", ha asegurado.
Respecto a la Diada del próximo 11 de septiembre, ha explicado que hay actualmente poco menos de 100.000 inscritos, una cifra inferior a la del año pasado por estas fechas debido, según ha alegado, a que las inscripciones se han iniciado más tarde.
También ha justificado el bajo ritmo de inscripciones a que los grupos separatistas tienen que reservar su "capacidad de movilización" para un referéndum sobre la independencia que, según ha pronosticado, se celebrará el próximo año. "La gente está en situación de reserva activa de movilización", ha asegurado.
Sànchez se ha referido a la advertencia del Tribunal Constitucional a la presidenta del parlamento catalán, Carme Forcadell, por haber permitido la votación de las conclusiones de la Comisión de estudio del proceso constituyente, y ha dicho que nadie con "dos dedos de sentido común puede entender la actitud del Constitucional, auspiciado por el Gobierno español".
El líder de la ANC ha asegurado que "indudablemente", Forcadell debería seguir con su actividad al frente de la cámara catalana en el supuesto de que fuera inhabilitada.
Aunque ha reiterado que la ANC apuesta por un referéndum vinculante y "no ha hablado nunca" de uno unilateral, ha afirmado que "es muy probable que al final acabe siendo unilateral, porque nadie al otro lado de la mesa querrá asumir el diálogo, y eso llevará al acto de soberanía", de convocar un referéndum unilateral.