
Hace exactamente una semana, el presidente del Gobierno en funciones convocó a la Ejecutiva Nacional de su partido con el objetivo de tomar una decisión sobre las seis condiciones que puso Ciudadanos para abrir una mesa de negociación. La medida suponía, de nuevo, un retraso en los tiempos. Rajoy lo justificó esgrimiendo la envergadura de las demandas de Rivera. "No puedo ni debo tomar esta decisión en solitario", dijo.
Siete días más tarde, Rajoy ha obtenido el aval de su Ejecutiva Nacional, que controla y que ni siquiera ha votado, para negociar. Pero, para estupor de los periodistas en la sala de prensa, ha dicho que no se ha hablado de las condiciones de Ciudadanos, entre las que figuraba que se fijara una fecha para el debate de investidura.
Según Rajoy, ése no era el objetivo de la reunión: "Yo eso no lo he dicho nunca", llegó a decirle a una periodista que le preguntaba por la cuestión. La Ejecutiva, ha dicho, sólo se reunía para darle vía libre para negociar. Hace una semana, sin embargo, el propio presidente prometía un "debate" sobre las condiciones. Y lo dejó dicho incluso por escrito, en un mensaje en Twitter.
Una vez conocidas las condiciones de Cs para negociar, las someteré a debate y aprobación por el Comité Ejecutivo Nacional del @PPopular
— Mariano Rajoy Brey (@marianorajoy) August 10, 2016
La marcha atrás de Rajoy, con la que todo vuelve a quedar en el aire a la espera de nuevos contactos, ha echado por tierra también las explicaciones que portavoces populares, como Fernández Maillo o Pablo Casado, han dado en estos días. Entre otras cosas, apuntaron a "matices" que debían ser debatidos en la reunión de este miércoles. Atendiendo a las palabras de Rajoy, que han desconcertado a la cúpula de Ciudadanos, no ha habido debate alguno.