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Rajoy se va de puente, hace esperar a Rivera y presiona a Sánchez

La votación del Comité Ejecutivo es un formalismo, ya que Rajoy tiene el control total del órgano. Tras ello, se nombrarán los equipos negociadores.  

Mariano Rajoy, sin corbata, y Albert Rivera, con ella, dieron “un segundo paso” en su larga caminata juntos. El presidente en funciones ve “bastante asumible” el documento de su interlocutor, pero le pidió tiempo. “Seremos absolutamente constructivos y cuando hayamos hecho el estudio -del texto- se lo comunicaremos”, le transmitió en su nueva reunión en el Congreso, de más de una hora y media de duración. El miércoles, ha convocado al Comité Ejecutivo del PP, donde se votarán las seis condiciones del líder centrista para avanzar hacia el “sí” de Ciudadanos.

La votación del órgano del PP, en el que tienen asiento los barones regionales y cargos hoy incómodos como Rita Barberá, es un mero formalismo. Se hará lo que decida Rajoy, como se ha hecho siempre, toda vez tiene un control total del Comité. Hasta entonces, y aprovechando que no hay Consejo de Ministros el viernes, el presidente en funciones volverá a trasladarse a Galicia -a Sanxenxo- para “pensar” y "estudiar" el plan de Rivera. En principio, no tiene previsto ningún acto público hasta el miércoles, según se encargó de remachar en una charla informal con periodistas.

Aunque el PP da por descontado el voto afirmativo del Comité Ejecutivo, Rajoy deslizó que todavía habrá que esquivar más de un obstáculo en la negociación con Ciudadanos para alcanzar una complicidad total. “Es un segundo paso, pero todavía quedan muchos”, advirtieron desde su equipo. Y, en su comparecencia ante los medios, también dejó claro que, sin el PSOE, España sigue abocada a unos terceros comicios. “Si el señor Sánchez se mantiene en el no, volveremos a repetir elecciones”, afirmó en varias ocasiones.

Cuando le preguntaron si se someterá a la votación de investidura en caso de que el PSOE siga sin moverse, Rajoy mantuvo viva la incógnita. “Ya veremos”, contestó, y destacó una vez más que no es bueno adelantar acontecimientos. Los informadores le repreguntaron, poniendo encima de la mesa la petición de Ciudadanos de que, tras el Comité Ejecutivo, dé la fecha y la hora de la sesión en las Cortes. “Sí puedo asegurarles que la fecha de investidura será después”, añadió, de nuevo dejando todas las posibilidades abiertas.

Nueva reunión con Rivera 

El argumento de Rajoy es que lo que toca ahora es negociar. “De momento, estoy hablando con Rivera y volveremos a reunirnos pronto”, dijo en su comparecencia, para reafirmarse en que la meta ha de ser que haya un Gobierno cuanto antes y que éste pueda aprobar el techo de gasto, la senda de déficit y las cuentas públicas. “Ayer -por el martes- conocimos que Ciudadanos está dispuesto a abrir una negociación de contenidos y reformas. Esto es muy importante y una buena decisión para España”, defendió, en un nuevo gesto hacia Rivera. Si bien, el líder del PP fue prudente, no quiso mojarse cuando le preguntaron por alguna medida en particular y emplazó siempre al Comité. “Vamos a decir que sí, pero no va a ser sencillo, paso a paso”, explicaron a renglón seguido desde la cúpula, con la que Rajoy estuvo comiendo durante horas.

Un proceso en el que, de momento, Pedro Sánchez parece quedar al margen. Rajoy aseguró que mantiene una vía de comunicación con él, pero en la citada conversación informal dio a entender que su prioridad ahora no es volver a convocarle a una reunión. Rivera se sumó a la presión para que Ferraz acabe cediendo, pero tampoco confirmó contactos. "La clave está en lo que pase internamente en el PSOE", se deslizó en la Cámara Baja, y desde ambas formaciones se elogió el diagnóstico de Felipe González

Rivera pide ya la investidura 

Antes del presidente en funciones, el que atendió a los medios de comunicación fue Rivera, que adelantó que todo pasa por la votación de trámite del órgano interno del PP. El líder de Ciudadanos valoró la reunión con el presidente en funciones como "buena y positiva", aunque sigue sin contemplar la posibilidad de entrar en un Gobierno del PP. "No tiene intención de entrar en ningún Ejecutivo, por lo que esa vía se queda ahí", corroboró el propio Rajoy. 

En todo caso, Rivera cree que sus seis condiciones son principios que "cualquier demócrata debería firmar”. “La mayoría de españoles suscriben esas condiciones. La exigencia de regeneración y corrupción es la puerta de entrada”, destacó. Además, extendió sus demandas a otras cuestiones que no están entre las seis principales, como la reforma del Senado, que Ciudadanos aboga por convertir en una cámara de presidentes autonómicos, la "lucha contra el fraude fiscal" o la supresión de las diputaciones.

El líder de Ciudadanos se comprometió a nombrar un equipo negociador en el momento en que el PP acepte sus condiciones, pero aseveró, por segundo día consecutivo, que no habrá ninguna negociación si no hay antes fecha para la investidura. Incluso se atrevió a decir que el debate debería realizarse entre la última semana de agosto y la primera de septiembre.

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