Colabora

¿Pactó Rivera ser el vicepresidente de Pedro Sánchez?

Así lo dijo en privado uno de sus más próximos, lo que ha provocado un gran revuelo.  

Pedro Sánchez y Albert Rivera | EFE

Los pasillos del Congreso son un campo imantado en el que se atraen mutuamente políticos y periodistas intercambiando dimes y diretes. Políticos que no necesariamente tienen que ser diputados. Por las dependencias de la cámara baja no es dificíl encontrarse con senadores o, incluso, con dirigentes de uno y otro partido que no poseen acta de diputado pero que tienen altas responsabilidades en su formación.

Uno de ellos, destacado miembro desde hace años de la Ejecutiva de Ciudadanos, de los más próximos a Rivera, pero que no forma parte del grupo parlamentario naranja, charlaba animadamente el miércoles con un nutrido grupo de informadores poco después del encuentro entre Mariano Rajoy y el líder naranja que centraba la actualidad de la jornada. Cuando le interrogaron, sin micrófonos delante, por la distinta intensidad de las negociaciones de principio de año con Pedro Sánchez y las que ahora comienzan con el líder del PP, el político centrista contestaba: “Hombre, es que las conversaciones con el PSOE eran para hacer a Rivera vicepresidente”. Cuando uno de los informadores le recordó que esa posibilidad se había negado siempre, al menos en público, el político contestó que todos lo sabían. Fue por aquellas fechas cuando Ciudadanos salió en tromba a desautorizar unas palabras de su portavoz, Juan Carlos Girauta, en las que se limitó a aventurar la posiblidad de que el secretario general socialista contase con ministros centristas en su hipotético gabinete.

Después de que algunos medios se hayan hecho eco este jueves de la conversación de marras, algunos afirmando, incluso, que Rivera habría ocultado su acuerdo con Sánchez para ser su vicepresidente, el secretario general del grupo naranja en el Congreso, Miguel Gutierrez, daba explicaciones, esta vez sí con micrófonos, sobre la polémica: “Nosotros llegamos a un acuerdo para una investidura, pero como no se produjo no hubo lugar a hablar de ningún Gobierno. Todo lo que se quiera hablar sobre ese tema no corresponde más que a hipótesis o futuribles, ideas que cada uno pudiera tener en la cabeza, pero nunca a algo concreto que figurase en una especie de pacto. Nunca se habló de eso ni era un pacto secreto”. Gutierrez añadía: “Lógicamente, si nosotros estábamos en un proyecto de Gobierno tenía sentido, primero que lo apoyáramos y, segundo, que si aquello se desarrollaba, de alguna forma o de otra formáramos parte de quien iba a ejecutar nuestro propio proyecto de Gobierno, porque uno no lo elabora para que luego lo ejecuten otros”.

No gobernar si no presidimos 

Durante la campaña de diciembre, Rivera repitió una y otra vez que no entraría “en un Gobierno que no presidamos”. Exactamente el criterio que invariable y estrictamente se ha seguido allí donde Ciudadanos ha respaldado a un Gobierno, singularmente en los casos de Andalucía, donde pactó con el PSOE, y Madrid, donde hizo lo propio con el PP. La dirección del partido tiene una particular obsesión con este asunto, pese a que muchas voces cercanas, como las de alguno de sus fundadores, consideran que deberían implicarse en un Gobierno de coalición. “Ese titular nos mata” se llegó a oír entre bambalinas cuando varios medios titularon hace meses que aspiraban a tener ministros en un Ejecutivo del PSOE.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario