El pasado 12 de julio un policía municipal de Cardona se disponía a sancionar a una mujer por manipular la matrícula de su coche y poner la pegatina con las letras CAT donde figuraba la E de España homologada por la Unión Europea.
La infractora, tal y como cuenta Crónica Global, mostró su enfado con el agente y le dijo que había sido ella la que había sustituido la E por CAT como un acto de desobediencia al "no sentirse española".
El incidente no quedó ahí ya que el alcalde de la localidad apareció en el lugar después de que le llamara su amiga. Ferran Estruch acusó al agente de ir contra él y le exigió que retirara la denuncia porque él también tenía esa misma pegatina y no la iba a quitar.
El agente se mantuvo firme en su decisión y eso encolerizó más al edil que trató de humillar al policía acusándole de querer hundir a la alcaldía ya que la sanción iba contra la "política" que él aplicaba.
A pesar de que el alcalde no consiguió que le retiraran la multa, acudió al Servicio Catalán de Tráfico para presionar con la retirada de la multa de su amiga independentista y amenazó con reunirse con la concejal de Gobernación para ver qué pasaba con el agente.