Tras reunirse el jueves alejados de los focos y de las cámaras, la vicepresidenta explicó este viernes algo más del encuentro que mantuvo con el vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras. Según Soraya Sáenz de Santamaría fue un encuentro “institucional” y “económico” en el que no se habló, de ninguna manera, de las aspiraciones separatistas del Ejecutivo de Carles Puigdemont.
La número dos del Ejecutivo defendió la posición del Gobierno y avisó a Junqueras de que, de momento, no pueden esperar más de Moncloa: “Con el acuerdo que hemos aprobado están cubiertas las necesidades financieras de Cataluña para los meses de agosto y septiembre… así que esa urgencia que podría pensarse, desaparece”.
Advirtió también al Ejecutivo de Puigdemont de que si quieren cambiar la financiación a corto plazo, deben cumplirse una serie de condiciones. La primera, que el Gobierno deje de estar en funciones. La segunda, que si se plantea, deberá hacerse para todas las comunidades autónomas en su conjunto y no solo para Cataluña.
Sáenz de Santamaría también respondió a los que opinan que desde el Gobierno se está ayudando a Cataluña. Según la vicepresidenta esta operación en la que se ha refinanciado parte de la deuda catalana, forma parte de lo que el Ejecutivo lleva haciendo desde que llegó a La Moncloa que no es otra cosa que “solventar los problemas de financiación de muchas comunidades autónomas”.
Además, explicó que el único objetivo de autorizar a Cataluña emitir deuda a corto plazo por un importe de 680 millones de euros es “reducir la incertidumbre actual” que rodea a Cataluña por sus dificultades financieras. También dejó claro que esta autorización no supondrá que aumente el endeudamiento de la comunidad autónoma al final del ejercicio.