El Mundo dice que "Rivera veta a Cospedal y apoya a Ana Pastor en el Congreso". "Rajoy claudica ante Rivera". Rivera tuerce el brazo al presidente, le falta decir. En el editorial rebaja el tono innecesariamente humillante y se felicita de que "la relación entre Rajoy y Rivera entra en una fase de deshielo". "Desde este periódico hemos defendido reiteradamente la necesidad de un amplio acuerdo entre PP, PSOE y Ciudadanos que permita la formación de Gobierno". Doy fe, todos los días desde hace meses. "La primera ronda de contactos dejó claro que existe un clima de diálogo más favorable que tras las generales de diciembre, pero falta sustanciarlo en acuerdos". Y le da un pescozón al PSOE. "Sería una irresponsabilidad mayúscula perpetuar la falta de cintura política hasta el punto de llevar al país a las terceras elecciones en menos de un año". ¿Y qué hace Pablo? Pues enredando, como siempre. "Fracaso total de la candidatura de Podemos. El PSOE rehúsa pactar, ERC tilda su oferta de paripé y CDC presenta un candidato propio". Vaya un revés para su inmenso ego, ni Tardá le toma en serio.
El País se salta a Ana Pastor y dice que "Rajoy accede a gobernar solo con los 137 diputados del PP". Eso será si le dejan, claro. Ya en el subtítulo dice que "la ministra Ana Pastor, candidata a presidir el Congreso tras el acuerdo logrado con Ciudadanos". Dice el editorial que "habría sido mucho mejor mantener la idea de que la presidencia del Congreso debe recaer en un partido distinto del que nuclea el Gobierno". Lo de "nuclea" es literal, otra de esas palabrejas que utiliza El País para demostrar lo listos y cultos que son. El caso es que Ana Pastor no les parece mal. "El perfil de Ana Pastor se corresponde con un talante moderado, en principio mucho mejor que cualquier otra opción contemplada". Y le atiza dos zurriagazos al PSOE por su pataleo incesante. "La gran víctima es el PSOE. Lo sucedido evidencia el bloqueo autoimpuesto del PSOE, incapaz de pactar, lo cual le lleva a una posición poco operativa desde el punto de vista político". Que no pinta nada, vamos.
ABC da un pasito adelante. "El pacto por la mesa del Congreso allana el sí de C's a Rajoy". Menos prisas. El editorial dice que "el acuerdo alcanzado ayer por Rajoy y Rivera podría ser clave para romper el bloqueo surgido tras el 26-J" siempre y cuando no haya "sorpresas de última hora", que nunca se sabe. "Si el PSOE tratara de cortocircuitar el acuerdo del PP y C's con alguna oferta alternativa a Podemos y los independentistas supondría crear un cordón sanitario inadmisible". Lo que le gusta a este periódico ir de victimita con el cordón sanitario. Cree que este acuerdo "podría servir para que Ciudadanos transformase su prevista abstención en la investidura en un voto favorable", pero claro, sin el PSOE no vamos a ningún sitio. "No es descartable que quiera actuar a la desesperada abocando a Rajoy a una investidura fallida para después presentarse él como única opción posible para evitar una nueva cita con las urnas (…) El PSOE tiene la obligación moral de ceder". Ignacio Camacho le amarga el día a Rajoy. "La votación de hoy en la Cámara Baja va a definir el tono de este mandato, en el que aunque Rajoy gane la reelección sufrirá toda clase de agobios, una agonía. C's le va a administrar ayudas y castigos con el ritmo alternativo de una ducha escocesa (…) Una legislatura breve, sufrida y azarosa (...) El banco azul será un sillón de faquir. O una silla eléctrica". Ya lo dice el refrán: quien quiera pececitos que se moje el culito.
La Razón dice que "Rajoy logra su primer gran pacto con Rivera para allanar la investidura". Ohhh, qué mono, ya ha aprendido a hacer pactos, como echar el primer diente o su primer pasito. Marhuenda está como un niño con zapatos nuevos. "Rajoy ha jugado con inteligencia y generosidad" y Rivera, bueno Rivera, un santo barón. "Hay que recibirlo muy positivamente, ya que augura que el partido naranja actuará como una fuerza comprometida con la gobernabilidad". ¿Ya no es la muleta del PSOE, Marhuenda? Con las cosas que has dicho de Rivera y su partido no estaría de más alguna disculpa. Por vergüenza torera, vamos.