El Tribunal Eclesiástico de Barcelona ha admitido a trámite una denuncia contra Ramón Reixach Puig, laico y colaborador de la página Germinansgerminabit.org, una web de información religiosa no nacionalista. El sacerdote Segimon García Ramiro, titular de la basílica de Santa María de Mataró, lo acusa de calumnia.
El arzobispado de Barcelona en tiempos de Sistach emprendió una auténtica cruzada contra Germinans por el tono crítico y de denuncia de los artículos relativos a la politización de la Iglesia en Cataluña, la desidia en asuntos como el vacío de los seminarios, la relajación doctrinal, el ocultamiento de casos de pederastia o la política de nombramientos en las instituciones dependientes de la archidiócesis.
Los miembros de Germinans fueron acusados ante la justicia ordinaria y por la vía penal de usurpación de persona y calumnias, pero la sentencia fue absolutoria. Ahora, otra denuncia sigue su curso en la jurisdicción eclesiástica tras una peripecia singular y plagada de irregularidades.
Mosén Segimon García, un salmantino bautizado como Segismundo, cree que se ha vulnerado su honor al afirmar Reixach en uno de sus artículos que el párroco dedicaba los martes a la práctica del golf. El cura de la basílica pidió en octubre de 2015 al Tribunal Eclesiástico que emprendiera una investigación que consistió en la requisa de un ordenador del Museo Archivo de Santa María y el cambio de cerradura de la puerta. En esos momentos, todavía era arzobispo de Barcelona el cardenal Martínez Sistach.
Analizado el ordenador, que carecía de contraseña, se hallaron dos archivos del citado Reixach Puig publicados en la mencionada Germinans y en los que se basa la querella. Sin embargo, cabe consignar que el Museo Archivo de Santa María no es una institución religiosa sino una entidad cultural civil independiente cuyo único nexo con la basílica del padre Segis, como también es conocido Segimon García, es un convenio de colaboración para ocuparse de la gestión de los bienes culturales de la parroquia. De ahí que quepa sospechar que el Tribunal Eclesiástico habría superado de largo sus competencias, funciones y ámbito de actuación.
Sea como fuere, el Tribunal ha llamado a declarar al laico Reixach como si se tratara de la Santa Inquisición y estuviera muy por encima del TSJC, el Supremo y el Constitucional. La única condena que puede sufrir un seglar en el Tribunal Eclesiástico es la excomunión, pena a todas luces excesiva por decir que el cura se pasa "los martes al golf", tal fue la presunta difamación del colaborador de Germinans. En otros tiempos podría haber acabado en la hoguera.