Pese a las quejas de algunos sectores políticos, partidarios de abrir las fronteras a los refugiados sin ningún tipo de control previo, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado continúan realizando su labor de investigación para recopilar datos de todos y cada uno de los refugiados que España está recibiendo antes de que entren en territorio nacional. El objetivo es que aprovechando la solidaridad española no se cuelen yihadistas en el país.
El fruto de este trabajo ha hecho que las autoridades españolas hayan rechazado hasta el momento a una decena de estos supuestos refugiados, según han confirmado a Libertad Digital fuentes del Ministerio del Interior. Los mismos tenían vínculos con grupos terroristas yihadistas o estaban relacionados en sus países con el crimen organizado, realizando actividades como "tráfico de armas o explosivos o narcotráfico".
Lo que no hay por el momento son más datos sobre el perfíl de estos refugiados rechazados, es decir, no se conoce la nacionalidad de los mismos ni el hotspot europeo o internacional desde el que iba a ser reubicados en nuestro país. Tampoco se conocen datos como su sexo o su raza.
Hasta el momento, España ha recibido un total de 305 refugiados, de los que 233 son de nacionalidad siria, 32 iraquíes, 39 provienen de Eritreay uno de República Centroafricana. Esta cifra es muy inferior a las prevista por el Ministerio del Interior para estas alturas del año, y es que el propio departamento de Jorge Fernández Díaz calculaba hace tan sólo dos meses que a estas alturas de año ya se habrían recibido algo menos de 600 refugiados.
El mayor número de refugiados se encuentran en Cataluña, Comunidad de Madrid, Islas Baleares, País Vasco y Castilla y León, donde han recibido a más de una treintena de estos solicitantes de asilo. Las regiones donde todavía no hay constancia que se haya reubicado a alguno de estos 305 refugiados son Galicia, Cantabria, Extremadura, Islas Canarias y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.