"Los españoles dan otra oportunidad a Rajoy", dice El Mundo. "Podemos-IU fracasa al perder más un millón de votos". Dice el editorial que no hay duda, que nos pongamos como nos pongamos "Rajoy es el gran vencedor de las elecciones de ayer" y "las encuestas han fallado estrepitosamente", menudo papelón. "Pedro Sánchez apenas logra salvar los muebles" y "ha seguido retrocediendo". "A Sánchez le esperan unas semanas muy complicadas porque tiene que convocar el Congreso de su partido, en el que tiene pocas posibilidades de seguir dirigiendo la organización". Pues ha evitado el sorpasso, que no es moco de pavo. De Rivera dice que "es otro de los derrotados de la jornada", pero sin duda "el gran perdedor de estos comicios ha sido Pablo Iglesias", que se ha quedado con un palmo de narices. "Es pronto todavía para profundizar en las causas del fracaso de Podemos, pero es posible que la arrogancia de Pablo Iglesias le haya pasado factura". Eso le pasa por pasarse de listo. "Da la sensación de que Podemos ha tocado techo", menos mal. "Estas elecciones no han supuesto un cambio radical de escenario, pero sí han aportado matices que permiten confiar en que no habrá una nueva convocatoria y que los partidos serán capaces de llegar a acuerdos para formar un ejecutivo estable o, al menos, dejar gobernar a la lista mas votada". Por la cuenta que les trae. Y que se olviden del veto a Rajoy. "El aspirante del PP debe ser quien gobierne". Ha ganado y punto. Federico Jiménez Losantos dice, graciosillo, que "España ha votado Iglexit". "El PSOE ha obtenido una victoria moral aplastante. Porque no le ha ganado el piafante Iglesias y porque nadie esperaba que Sánchez derrotara al piafante". "La demolición de Ciudadanos por el PP ha quedado en traspiés, la fagocitación del PSOE por Podemos en eructo, la suma de PP y C's no llega a la mayoría absoluta y la del PSOE y Podemos, menos. Estamos igual que hace seis meses". Bueno, igual no , dice Cuartango. "Con estos resultados en la mano, es imposible creer que Rajoy vaya a dar un paso atrás. No tiene por qué hacerlo porque las urnas han refrendado su liderazgo". Y Santiago González echa sal en la herida de Pablito. "Si yo fuera Iglesias estaría profundamente deprimido: manda huevos, quédate con los dos hermanos Garzón y con los 11 millones de euros de la deuda de IU con los bancos y ni un solo escaño mas". Vaya negocio que ha hecho.
El que está deprimido es El País. "El PP se refuerza y el bloque de izquierdas pierde terreno", dice como cabreado. El editorial dice con escaso entusiasmo que "Mariano Rajoy puede sentirse razonablemente recompensado con la ganancia de escaños, pero sigue lejos de poder gobernar en solitario. Tiene que abrir un diálogo responsable y sincero". No renuncia El País a cargarse a Rajoy, que por ellos no quede. "Seguimos creyendo que la retirada de Rajoy facilitaría ese proceso, pero asumimos que el presidente verá este resultado como una reivindicación personal (…) por mucho que la suya no sea más que una triste victoria en medio de un escenario desolador", dice como queriendo amargarle el día a Rajoy. Sí valora la "buena noticia" de que "el PSOE ha aguantado en la segunda posición y evitado el tan cacareado sorpasso". "El PSOE debe escuchar el mandato de los electores de que permanezca en la oposición y permita con su abstención que gobierne aquel que tenga los votos necesarios para hacerlo", dice. Rubén Amón está más resignado. "Rajoy tiene razones para aferrarse a la Moncloa y ha obtenido un resultado incontestable".
La Razón está feliz como una perdiz. "Triunfo de Rajoy". "Rajoy debe gobernar", dice el editorial. "El mérito del presidente del gobierno en funciones es doble porque ha tenido que sortear una campaña en la que se ha convertido en el centro de los ataques de todos lo partidos". "Pedro Sánchez tiene motivos para estar satisfecho, y respirar aliviado después de no haber sido adelantado por Podemos. La estrategia del sorpasso ha fracasado y con ella se van las ilusiones de la formación morada de fraguar de la noche a la mañana una alternativa de izquierda radical. El plan de Iglesias va a tener que esperar. Podemos ha pagado la soberbia de su líder y puede que haya tocado fondo", dice frotándose las manos. "Si el PSOE no permite con su abstención que Rajoy gobierne, se abre el peor escenario de todos". "Los españoles han decidido que ya habían castigado bastante al líder del PP", dice Beaumont. Y Podemos, ¡ay Podemos!, "fracaso absoluto", "Iglexit", "el sorpasso se ha convertido en un sonoro y rotundo sopapo".
ABC también está exultante. "España quiere que gobierne Rajoy". "El único vencedor ha sido el PP. Ciudadanos y el PSOE tendrán que elegir la fórmula adecuada para facilitar un gobierno popular". Al PSOE no le reconoce ningún mérito. Ha tenido un "resultado dramático y ganar a Unidos Podemos sólo es un consuelo endógeno". Dice que "Pablo Iglesias sufre una derrota que no esperaba, cegado por una arrogancia frente al PSOE para la que no tenía credenciales. No ha asaltado al cielo ni ha ganado a los socialistas". Y ha hecho un ridículo espantoso. Por los pelos, nos hemos librado de "la llegada al poder de una coalición de extrema izquierda cocinada en las televisiones". Cómo estará Ferreras. Jaime González también se cachondea de Pablito. "El sorpasso fue un descomunal tortazo". Que se fastidie.
La Vanguardia dice que "Rajoy gana fuerza y Podemos no logra el sorpasso al PSOE". Y en Cataluña todo sigue igual. "El mismo mapa catalán: En Comú se impone y el independentismo repite. La formación impulsada por Colau no logra la subida que esperaba". Otra a la que se le ha ido la mano. Dice el editorial que el resultado "refuerza el liderazgo de Rajoy" y "la posición en la que queda el PSOE no es la mejor para negarse a permitir, por activa o por pasiva, un gabinete del PP". Algunos van a tener que envainársela. Es lo que hay.