El grupo de titiriteros "Títeres desde abajo", dos de cuyos miembros están imputados por enaltecimiento del terrorismo, actuarán en los próximos días en varios locales de Barcelona, así como en Sabadell y Tárrega. Los carteles anunciadores muestran los logotipos del Ayuntamiento de Barcelona, así como del departamento de "Territorio y Sostenibilidad" de la Generalidad de Cataluña, dirigido por el convergente Josep Rull. La consejería de Cultura, sin embargo, se ha abstenido de dar su apoyo y figurar en los carteles.
Por consejo de sus abogados, no está prevista la polémica representación de "La bruja y don Cristóbal" en la que uno de los muñecos enarbolaba un cartel con la leyenda "Gora Alka-ETA". Las denuncias de algunos de los padres presentes en la representación provocó que dos de los integrantes de "Títeres desde abajo" ingresaran durante unos días en prisión provisional.
Sí se representará, en cambio, "En la plaza de mi pueblo", un "espectáculo" en que un príncipe y unas infantas son sodomizadas en lo que pretende ser un alegato contra la monarquía, así como "Lo que más duele en el mundo" y "Cristobitas". La compañía, de títeres de guante, advierte que se trata de "obras" para un "público adulto" y de "denuncia" de la represión y el sistema político.
El presidente del grupo municipal del PP en Barcelona, Alberto Fernández, ha dirigido una carta a la alcaldesa Ada Colau en la que le pregunta en qué consiste el apoyo municipal y cuánto dinero ha desembolsado la administración local para la realización de las representaciones.
La polémica representación de "La bruja y don Cristóbal" durante los carnavales de Madrid ha provocado una ola de solidaridad entre la extrema izquierda que ha engordado la agenda de la compañía, que tiene contratadas más de diez actuaciones en Cataluña.