Tenía claro que lo haría y lo ha hecho. Desde que se comenzó a planificar la campaña de Ciudadanos, sabiendo que los tres primeros partidos de España en la Eurocopa de Francia coincidían con las dos semanas que tienen los partidos políticos para pedir el voto, Albert Rivera le dejó claro a su equipo que en una de esas tres ocasiones quería estar en la calle de su Barcelona natal para apoyar al equipo nacional.
Hubiera ocurrido el pasado lunes, durante el debut de los de Vicente del Bosque ante la República Checa, pero para ese mismo día se fijó el debate a cuatro y eso trastocó los planes. La insistencia de Rivera ha sido tanta que este viernes ha estado apoyando en la distancia a España frente a Turquía en la Ciudad Condal, pese a que estaba programado un acto en Badajoz, donde Ciudadanos podría disputar un escaño. Preguntado en los días previos por los recelos de la alcaldesa Ada Colau a la instalación de pantallas gigantes para seguir la Eurocopa, Rivera decía que era algo "normal en el resto de España y en las ciudades europeas".
El triunfo de la selección ha sido vitoreado en el Arco del Triunfo por centenares de simpatizantes naranja en una especie de cine de verano cuyo primera fila ocupaban Rivera, el número uno por Barcelona, Juan Carlos Girauta, y la líder centrista en Cataluña, Inés Arrimadas. Los tres llegaron vestidos de sport y enseguida se pusieron la camiseta de los Andrés Iniesta (el jugador favorito de Rivera) Sergio Ramos, Gerard Piqué o David De Gea. Más cauto, el número dos por Barcelona y portavoz económico del partido, Toni Roldán, permanecía con su habitual look de Ejecutivo moderno.
Entre un ruido ensordecedor, el candidato de Ciudadanos y sus colaboradores han celebrado con entusiasmo los goles de Morata y Nolito. Rivera y Arrimadas comentaban en muchos momentos las jugadas. A su lado estaba, además, un invitado de excepción, el exfutbolista internacional Albert Luque, natural de Tarrasa.