Marhuenda acusa a Rivera de "ensuciar la campaña" y le llama "cotilla"
Gibraltar es como el posado de Ana Obregón: inaugura el verano en las portadas.
"Moncloa elude una crisis con Cameron por el viaje a Gibraltar", dice El Mundo. Qué barbaridad. Pero si Gibraltar es uno de los principales problemas de los españoles. Vas a un bar, a la peluquería, en el metro y ¿de qué habla la gente? Pues de Gibraltar, naturalmente. Volviendo a la campaña dice que "moderados del PSOE aceptan un Gobierno del PP si hay sorpasso". Moderados del PSOE, o sea, tres gatos y algún cadáver viviente. "Jordi Sevilla y la mayoría de los barones rechazan una alianza con Podemos si son la tercera fuerza". ¿Pero los mismos barones que gobiernan con Podemos en sus comunidades? El editorial le presenta a Sánchez un "dilema diabólico". "Tendrá que optar por dejar gobernar al PP mediante la abstención o buscar una alianza con Podemos. La tercera alternativa sería forzar unas terceras elecciones. A ello se suma que está por ver si los barones le dejarían gestionar los pactos en caso de unos resultados peores que los de diciembre". Más que dilema diabólico lo que va a tener Pedro es un dejà vu. Lucía Méndez dice que "tanto los socialistas como Ciudadanos podrían anunciar su abstención ante cualquier candidato que se presente a la investidura (…) De esta manera, ambos permitirían la elección en segunda vuelta del candidato del partido más votado. Como Rajoy no tiene ni quiere sucesor natural, el presidente seguiría siendo él", que es lo único que le importa a Rajoy. Victoria Prego dice que a la propuesta de Sevilla de que gobierne quien tenga mas apoyos parlamentarios, Rajoy dice que nanay de la China, que se tiene que permitir gobernar "al partido que obtenga más votos, no mas escaños", o sea él. Aunque intuye que "el planteamiento que se va a imponer no va a ser el de Rajoy, sino el de Sevilla", por lo que "Ciudadanos va a ser el más solicitado" y "lo único que importará será para quién inclinará Rivera la aguja que señala la puerta del poder". Será divertido ver a Rajoy arrastrándose ante Rivera suplicándole sus votos. Nos vamos a reír.
El País celebró ayer un debate con los responsables económicos de los partidos y llegó a la conclusión de que "ningún partido cree necesario hacer ajustes a pesar del déficit". Y si lo creen, cualquiera lo dice. "Rivera se lanza a por el voto de los indecisos del PSOE". Lo que le faltaba al PSOE, si pone un circo le crecen los enanos. Josep Ramoneda se lo pone crudo. "Tendrá que escoger entre inmolarse a los intereses del establecimiento, facilitando la elección de un presidente del PP, o apostar por un incierto pacto con Podemos. Melancólico y apagado, solo si recupera el sentido del riesgo podrá salir del eclipse". Tobías Buck se lo pone aún peor. "Los socialistas tendrán que elegir entre dos formas de suicidio político igualmente terrorífico: apoyar a Iglesias o apoyar a Rajoy". Pues si estos ánimos vienen del periódico socialista por excelencia, apaga y vámonos.
ABC dice todo lo contrario que El Mundo, que "la visita de Cameron hoy a Gibraltar enoja a España" y "el Gobierno muestra su posición contraria al viaje". El editorial filosofa sobre el Brexit. "En un intento por integrar incondicionalmente a todos, Europa está dejando de ser un proyecto de ciudadanía compartida para dar paso a una atomización de identidades segregadas, sean religiosas o nacionalistas, algunas de la cuales no solo no se integran sino que se impermeabilizan a pasos agigantados frente a los valores democráticos y liberales de la fundación europea. Las nuevas generaciones ya no perciben el vínculo originario del proyecto europeo con la superación definitiva a la tendencia enfermiza de Europa a la guerra (…) La solución a este declive europeo no debe ser la ruptura del Brexit, ni el antieuropeísmo de los extremistas de izquierda y de derecha, sino la refundación de la idea de Europa". Puf, a sus años va a ahora a refundarse Europa.
La Razón dice que "España pedirá la cosoberanía de Gibraltar si gana el Brexit". Por pedir que no quede. Marhuenda se ha dado un susto morrocotudo con la propuesta de Sevilla. "Sánchez busca su supervivencia: pactar con Rivera y forzar la abstención del PP". Este hombre ve a Rivera por todas partes. Dice el editorial que "el vencedor de los comicios siempre fue el presidente de España" y así ha de seguir siendo por los siglos de los siglos amén. Al menos mientras exista Rajoy. Fernado Rayón se monta su peli. "Si la suma de PSOE y C's supera al PP, la presión sobre los de Rajoy sería muy grande". Si Pedro tiene un peor resultado que el 20-D "después de dos años, se retira para el resto de sus días y ¿quién se quedaría? Pues Albert Rivera. ¿Y Rajoy dónde estaría? ¡Pues quién lo sabe si pierde el gobierno!", dice Rayón a riesgo de provocarle un ictus a su jefe. Hoy centra Marhuenda sus ataques a Rivera en el incidente del coche compartido por el pepero Ayllón y la podemita Irene Montero. "Rivera intenta ensuciar la campaña con una información desvirtuada". Dice el socio de La Sexta en uno de sus Puntazos que "Rivera desciende al cotilleo. Política rosa, la llaman algunos (…) Con quién vas en coche, a dónde, a qué … La política en minúscula de Rivera". En serio, Marhuenda, acude a un psiquiatra. La manía persecutoria es mala cosa y lo mismo necesita tratamiento.
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