La intención de Pablo Iglesias en el debate a cuatro era "no levantar el tono", pero no lo consiguió. En un momento del encuentro, el líder de Podemos presumía de que su partido "no pedía dinero a los bancos". No tardaba entonces Albert Rivera en responder pidiéndole que "no nos venga aquí a dar lecciones, basta de hipocresía". Recordaba el líder de Ciudadanos que el socio de Podemos, Izquierda Unida, "debe 11 millones de euros a los bancos". "Y usted no pide dinero a los bancos porque se lo da el Gobierno de Maduro", añadía Rivera.
La desesperación de Iglesias
Fue entonces cuando Iglesias se desesperó y alzó la voz: "Esto es una acusación muy grave, de financiación ilegal. El Tribunal Supremo hasta en cinco ocasiones ha archivado las denuncias". "No lo puedo aceptar, entiendo la desesperación y los nervios, pero hay cosas que no se pueden hacer en un debate", decía el líder de Podemos visiblemente alterado.
"No digo que sea ilegal, digo que es inmoral que un régimen extranjero financie a un partido y que tengamos que aguantarle dando lecciones. Usted en este tema debería estar calladito" le pedía Rivera a Iglesias y añadía: "Devuelva el dinero de IU y vaya a la Asamblea de Venezuela".
Pero esta no fue la única frase que sacó de quicio al líder de Podemos. Después de que Iglesias recordase a Pedro Sánchez "las puertas giratorias en su partido" y le mentase, por ejemplo, a Felipe González, el líder del PSOE le respondió asegurando que el secretario general morado se había "olvidado" en esa parte de hablar del pago de Venezuela a Juan Carlos Monedero y "de la beca a Íñigo Errejón". Un punto que cabreó a Iglesias. "Madre mía", llegó a decir el líder de Podemos.
"Su rival"
No levantar el tono era una de las metas que Iglesias no logró pero tenía otra: la de dejar claro que su "rival" era Mariano Rajoy. Y gran parte de sus intervenciones fueron dirigidas a él. "Decía usted que gobernar no es fácil pero al suspender un examen, no sirve poner de excusa que el examen era difícil, y hay datos que dicen que ustedes lo han suspendido". "Dice que va a crear dos millones de empleos y tres huevos duros", aseguró el líder de Podemos.
Por otro lado, al secretario general del PSOE, Iglesias no hizo otra cosa más que pedirle que dijera con "quién va a pactar". Sánchez no respondía a esta cuestión claramente y atacaba a Podemos. "El adversario es Rajoy, Pedro, el rival es Rajoy", le susurraba Iglesias.
Ya en su último minuto, Iglesias aseguró que "no iba a pedir el voto". "Algunos van a hablar del miedo al cambio" cuando los españoles "han perdido tantas cosas que han perdido hasta el miedo", dijo el líder de Podemos. "Si la gente va a votar con ilusión y esperanza", señaló, "esta vez las elecciones no las van a ganar los de siempre". "Unidos y unidas podemos", concluyó Iglesias que se mostraba satisfecho con este encuentro y acudía a la sede social de Podemos, La Morada, para celebrarlo.