Uno de los episodios con más ruido dentro de la llamada Operación Nelson -el presunto chantaje de Manos Limpias y Ausbanc a bancos, empresas y particulares- tiene que ver con una oscura maniobra para sacar del banquillo de los acusados del caso Nóos a la infanta Cristina. En esta vertiente participan como siempre los líderes del sindicato conservador, Miguel Bernad, y de la asociación de usuarios, Luis Pineda. Junto a ellos, específicamente, los que presentaron querellas ante la Justicia: el presidente de la Fundación La Caixa, Jaume Giró; y el directivo del banco Sabadell, Gonzalo Barettino. Y, por último, el abogado de la hermana del Rey, Miquel Roca. Los dos banqueros han declarado este lunes como testigos ante el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz. El letrado -y uno de los siete padres de la Constitución- está citado este martes.
Jaume Giró ha ratificado la versión que prestó cuando él mismo interpuso una denuncia ante la Audiencia Nacional por sospechas de un chantaje o extorsión. Según fuentes jurídicas, el alto cargo de La Caixa, entidad para la que trabaja doña Cristina de Borbón, ha reconocido que se reunió hasta en cinco ocasiones con Miguel Bernad. Cinco encuentros que, tal y como ha sostenido el propio Giró, culminaron con una intervención en las conversaciones de Luis Pineda. El líder de Ausbanc y de la supuesta organización criminal habría propuesto la redención de la infanta a cambio de los tres millones y fue en ese momento cuando desde el banco decidieron notificar a la Justicia.
En principio, Pineda solo estuvo presente en la última reunión. Sin embargo, Giró mantuvo contacto con Manos Limpias desde julio de 2015. El presidente de la Fundación La Caixa lo ha justificado en que Bernad le pidió ayuda para la concesión de un crédito a una empresa vinculada a la trama. Fuentes de la investigación consideran que esta petición para que mediara en una línea de entre 2 y 4 millones de euros tendría un vínculo "sutil" con la posterior negociación para desimputar a la infanta; y Giró ha dicho que nunca vio ningún documento redactado en este sentido. Entre otras cosas, también ha sostenido que La Caixa pagaba voluntariamente a Ausbanc en concepto de publicidad.
Las mismas fuentes jurídicas consultadas han calificado como más preciso el testimonio del directivo de Sabadell, Gonzalo Barettino. Su papel, según él mismo ha reconocido, fue el de actuar como intermediario entre Luis Pineda y el abogado de la infanta, Miquel Roca, gracias a la relación que mantenía con ambos. Sin embargo, en cuanto conoció la oferta de tres millones que presentó el líder de Ausbanc también lo hizo constar ante el juez.
El caso de los chantajes
La primera hipótesis del juez Santiago Pedraz describe una organización criminal liderada por Luis Pineda, presidente de Ausbanc, para extorsionar a empresas y particulares a cambio de cantidades millonarias. Según el magistrado, tanto la asociación defensora de los consumidores como Manos Limpias han vendido su silencio en tramas de corrupción a precio de oro, habrían recaudado 39 millones de euros en una década.
El asunto gira en torno al procedimiento judicial que afecta a la infanta en el caso Nóos. Toda vez que la Fiscalía y el resto de las partes exculpó a la hermana del Rey de los negocios presuntamente ilícitos de Iñaki Urdangarin, Manos Limpias asumió en solitario la acusación a doña Cristina. El sindicato pide para ella ocho años de cárcel como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales cometidos indiciariamente por su marido, uno de los dos principales implicados de la trama.
Según Pedraz, existen cinco fechas importantes en la negociación:
29 de febrero de 2016: Luis Pineda llama al director general de la Fundación La Caixa y le propone negociar la retirada de la acusación popular de Manos Limpias contra la infanta Cristina. El líder de Ausbanc le explica la fórmula, que es la misma que la utilizada con el presidente de Unicaja, Braulio Medel, en el caso de los ERE. De esta forma, pactarían una declaración que posteriormente el sindicato pudiera utilizar para justificar la retirada de la acusación.
Menosprecio a López Negrete
3 de marzo de 2016: Tras la declaración prestada por doña Cristina en el juicio del caso Nóos, Pineda se pone en contacto con el jefe de comunicación de Manos Limpias. Comentan la intervención y las declaraciones de Virginia López Negrete, la abogada de Manos Limpias que conduce la acusación contra la infanta, que a juicio del líder de Ausbanc "se ha pasado". Pineda añade a Castro-Villacañas: "pero bueno, tendrá que plegar velas y punto, hacer lo que debe hacerse, no lo que le guste a ella. Aparte de que su momento de gloria ya lo ha tenido". Deja entrever que la letrada "se tendrá que ajustar en la parte que afecta a la infanta Cristina a las directrices que le marquen, las cuales estarán encaminadas al archivo de la causa si Pineda logra un acuerdo económico que le satisfaga", redacta Pedraz.
Ofertas a Miquel Roca
14 de marzo de 2016: En medio del juicio por el caso Nóos, Luis Pineda llama al subdirector general de la asesoría jurídica del Sabadell, que haría de puente para llegar al abogado de la infanta. Miquel Roca, además de conducir la defensa de doña Cristina, es secretario no consejero del banco. Pineda quiere trasladar un mensaje: que él mismo es el hombre idóneo para negociar el archivo de la causa contra la hermana del Rey. Según Pedraz, Roca delega en su interlocutor la reunión con el líder de Ausbanc, quedando el 15 de marzo para abordar el encuentro.
29 de marzo de 2016: El subdirector de la asesoría jurídica del Sabadell e interlocutor de Roca se persona ante la policía para poner en conocimiento de las autoridades el intento de extorsión de Luis Pineda, que se había ofrecido a "interceder para que Manos Limpias retirara la acusación contra la infanta Cristina", detalla el magistrado. El denunciante añade que "hace aproximadamente seis meses recibió una propuesta por parte de Miguel Bernad" en la que ofrecía retirar la acusación del sindicato a cambio de 2 millones de euros.
30 de marzo de 2016: Miguel Roca y su enlace se personan ante la policía para prestar declaración y relatar la oferta de Ausbanc y Manos Limpias. El abogado de la infanta manifiesta que "no quería celebrar la entrevista con Pineda por razones deontológicas pero tenía cierta curiosidad" por la proposición. Su interlocutor señala que, en el encuentro que se produjo con el presidente de Ausbanc, Pineda hizo una "introducción sobre la marcha del juicio de Palma, en relación al cual estaban planteándose cambiar su posición en lo relativo a la acusación popular, pero que habían tenido muchos gastos procesales, que estimaban que podrían incluso haber llegado a los 3 millones de euros. Aquel interpreta un ofrecimiento por parte de Pineda, dando por concluida la entrevista al no querer seguir hablando de este tema" apunta Pedraz.