El mismo día en que publica la encuesta que da cinco puntos de ventaja a Unidos Podemos sobre el PSOE, El País analiza en su editorial el avance de Pablo Iglesias y la posibilidad, real, de que llegue a la Moncloa.
El diario de Prisa tacha su propio sondeo de "alarmante" y avisa de que muestra la "movilización de un electorado" seducido por el pacto entre Iglesias y Garzón "frente a las dudas y debilidades de los socialistas y el descaro del PP de presentarse como el valladar contra el extremismo".
El País repasa la estrategia de Iglesias hasta hoy en su intento de "rebasar al PSOE, colocarse como única alternativa al PP y auparse al poder". Destaca cómo "planteó condiciones draconianas" para pactar con Sánchez y cómo ahora "se dedica a amenazar a un PSOE aturdido con una eventual desaparición en caso de no apoyarles". Avisa de que Iglesias busca "asfixiar a los socialistas" y también "dominar la agenda mediática". Y en este punto lanza un dardo a La Sexta al recordar que Podemos "ha contado con el inestimable apoyo de un canal de televisión perteneciente a Atresmedia, grupo empresarial que juega a todas las barajas, y que sabe estar al lado del Gobierno cuando la situación lo requiere". No hay mención al papel de la otra pata del duopolio televisivo. Ni a su propia postura frente a Moncloa.
El editorial continúa avisando de que Podemos, aunque se disfrace de socialdemocracia, "cuestiona día sí día no los fundamentos del sistema constitucional" y repasa algunas de las propuestas de este "magma populista y radical". También cita los peligros para la integridad de España: alerta de que sus propuestas podrían "abrir paso a un proceso de referendos de autodeterminación" que "inevitablemente acabaría en la disgregación" de España.
Después, llegan los recados para el resto de partidos: del PP lamenta que esté "atrincherado" a la espera de recoger "los frutos del ataque de Podemos contra el PSOE". De los socialistas, a los que ve "desdibujados y faltos de audacia", dice de que "su suelo electoral puede ceder aún más si no reaccionan". Y hay otro mensaje para Rivera, a quien ve "sin el brillo de otros momentos".
"No es tiempo de bajar los brazos ni de hacer campañas hipotensas, sino de señalar a los electores los riesgos que entraña la operación en marcha para deprimir al centro izquierda y hacerle frente", concluye.