El chiringuito corrupto de Francisco Granados funcionó hasta que los investigadores desplegaron la Operación Púnica. Según dos informes que obran en el sumario de la trama –al que ha tenido acceso Libertad Digital– el exsecretario general del Partido Popular madrileño repartió comisiones de actividades irregulares entre su bolsillo, el de sus colaboradores y las cuentas de la formación de Mariano Rajoy. Es la conclusión a la que llegan tanto la Fiscalía Anticorrupción como la Dirección General de la Guardia Civil.
En uno de los manuscritos intervenidos, Granados emplea el lema: "quien parte y reparte…". Al menos hasta el 25 de mayo de 2014, fecha de las últimas elecciones europeas, el entonces consejero de la Comunidad de Madrid habría distribuido mordidas procedentes del amaño de contratos y las recalificaciones urbanísticas que impulsó a favor de empresas que se plegaban a sus condiciones.
El juez que instruye la Operación Púnica levantó el secreto en la mayor parte del sumario; únicamente lo mantiene en una pieza separada que hace referencia a la supuesta financiación irregular del PP en Madrid. No obstante, el contenido de los tomos gira en torno al mismo concepto y, en la documentación consultada por este periódico, aparecen referencias a una libreta hallada en el domicilio de Granados que, según el segundo cabecilla y confesor David Marjaliza, contienen anotaciones que podrían destripar el reparto del dinero dentro del grupo político.
La agenda de Granados
Granados utilizó un lenguaje semiencriptado, posiblemente más por prisa que por cautela. En su libreta negra, según obra en el sumario, figuran memorias de transferencias de fondos a una serie de iniciales: BG, según la policía Beltrán Gutiérrez Moliner, gerente del PP madrileño durante la presidencia de Esperanza Aguirre; JLM, que podría ser el consejero de OHL y yerno de Juan Miguel Villar Mir, Javier López Madrid; NP, probablemente Nacho Palacios, jefe de gabinete del político y persona de su máxima confianza; y Me, es decir, el propio Granados.
Existen en esa agenda apuntes relativos a las campañas electorales del Partido Popular en dos momentos: los años 2011 y 2014. Granados habría ayudado a financiar los comités incluso tras dejar su cargo, según la Guardia Civil porque "este tipo de actuaciones están constituidas sobre relaciones de confianza a nivel personal, lo que convierte la participación de Francisco Granados es necesaria habida cuenta de que este, a lo largo de su dilatada carrera en el partido a nivel regional, habría sido el encargado de mantener dicha la red de contactos con los contribuyentes a la campaña".
"De todo ello, se deduce que ambos se quedaban con parte del dinero que se recaudaba, con destino a BG", apunta la UCO.