Daniel Pérez estrelló su coche contra la sede del Partido Popular con la intención de estallar la carga explosiva que contenía el vehículo. La Audiencia Provincial de Madrid considera probada la acusación y ha condenado al hombre a cinco años de cárcel por delitos de tenencia y fabricación de artefacto explosivo-incendiario y de incendio en grado de tentativa. Según exponen los magistrados en la sentencia, actuó "con pleno conocimiento de lo que hacía y como forma de llamar la atención por la situación por la que pasaba el país".
Los daños que sufrió el emplazamiento popular ubicado en la calle Génova 13 ascienden a superan los 33.000 euros. Entiende la Audiencia de Madrid que Daniel Pérez "demostró con su petición de socorro y con los gritos que iba a estallar una bomba y que le sacaran de allí". También advirtió del riesgo que había generado con su acción, y "el peligro inminente que se iba a desencadenar en el lugar de los hechos".
El condenado argumentó en el juicio que perseguía "causar una noticia para centrar el foco en un problema muy grave", en referencia a la crisis económica que atravesaba España en el momento d ellos hechos, el 19 de diciembre de 2014. En el momento de la detención, el hombre confesó que quería atentar contra todos los políticos porque "todos eran iguales".
Composición del artefacto
Daniel Pérez transportaba el artefacto en un baúl de plástico colocado en el interior de su vehículo. La tapa presentaba dos orificios para colocar los cables que habilitaran el sistema de activación de la bomba. La carga estaba formada por cerca de kilo y medio de UREA mezclado con gasolina. El sistema de iniciación estaba desconectado en el momento de la colisión del vehículo contra el edificio, que se llevó por delante las puertas automáticas de acceso y cierre metálico, el recibidor y los mostradores de la sede en la planta baja.