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Aznar y Bárcenas rompen la precampaña 'tranquila' de Rajoy

Moragas mantiene la estrategia, y no cree que Aznar o Bárcenas vayan a pasar factura a Rajoy. "No va a cambiar nada, paso al frente", según el PP.

Moragas mantiene la estrategia, y no cree que Aznar o Bárcenas vayan a pasar factura a Rajoy. "No va a cambiar nada, paso al frente", según el PP.
Mariano Rajoy en Valencia | David Mudarra.

Mariano Rajoy no cambiará de estrategia, al menos de momento. En su entorno admiten que las andanadas de José María Aznar -que podrían continuar de aquí al 26J- y las tramas de corrupción -con Luis Bárcenas de nuevo como protagonista- pueden generar "ruido" y algún episodio de crisis interna, pero en ningún caso un lío lo suficientemente grave cómo para dar un giro. "No va a cambiar nada. Ninguno de esos temas nos interesa. Paso al frente", en palabras de uno de sus estrategas.

Para el equipo del líder del PP, ni la primera ni la segunda cuestión les puede hacer el suficiente roto electoral como para plantear cambios. En el caso de Aznar, las críticas contra él se multiplican en privado -"desleal", repiten sin cesar en los pasillos de Génova y Moncloa- aunque, en publico, la orden haya sido ignorarle y, en caso de ser preguntados en alguna entrevista, recalcar que tanto el expresidente como Rajoy "comparten objetivo", que es la mejora económica del país. "Dos no riñen si uno no quiere", simplificaron desde la dirección nacional, no sin augurar algún ataque más. "Que haga lo que quiera. No hace daño y se está quedando cada vez más solo", se apostilló desde el equipo de campaña, siempre sin micrófonos delante.

En Génova tampoco creen que la corrupción les vaya a hacer más daño que el que ya les hizo el pasado 20 de diciembre. "Nuestros electores saben que esa mancha existe, pero han hecho balance y creen que es mejor seguir apoyándonos. Vamos para arriba", se reflexiona de puertas para adentro. Pese a ello, reconocen que la rueda de prensa de Andrea Levy del lunes "no fue bien" y que aún les cuesta mucho hacer un relato "claro" sobre Bárcenas. "Hay que explicarlo bien y, desde el principio, no lo hemos hecho porque no hemos querido o no hemos podido", según la confesión de un integrante de la cúpula.

Sin duda, dos cuestiones espinosas, de difícil digestión para el PP y que llenan tertulias de radio y televisión, pero que a Rajoy no parecen quitarle el sueño. Este miércoles, Jorge Moragas reunió al comité de campaña, y ni siquiera fueron sacados a colación los nombres de Aznar o Bárcenas. "La estrategia sigue siendo la misma: moderados -PP- frente a a radicales -Podemos-. Y ni el PSOE ni tampoco Ciudadanos son de fiar", resumieron las fuentes consultadas. "Es un mensaje que se entiende muy bien y que está calando en la gente. Es lo que nos dicen por la calle, que hay que votar al PP porque viene Podemos", remataron.

Precisamente, y pese a los gritos de "ladrón" de algún viandante, Rajoy se ciñó a dicho guión en Alfafar (Valencia) para evitar, una vez más, dar respuesta los casos de corrupción que afectan a su partido en dicha comunidad: "La radicalización no es buena en ninguna faceta de la vida. El extremismo no sirve para construir nada y desde luego, alentar el radicalismo o pactar con ellos o ponerse a la orden de lo que digan sólo sirve para acabar devorado por ellos", alertó, en clara alusión a la difícil situación que está atravesando el Partido Socialista.

En este sentido, Moragas puso punto y final a una de las pocas incógnitas que quedaban: Rajoy participará en el debate a cuatro, pero en ningún caso volverá a mantener un rifirrafe con Pedro Sánchez, al que ve desesperado, según su entorno. "El debate a dos no tiene sentido con Sánchez ya que nadie garantiza su liderazgo, ni en su partido ni en la oposición. Si tuviese que haber un 'cara a cara' no sería con él sino con el que vaya a a sacar más votos en la izquierda", arguyeron al más alto nivel, en referencia a Pablo Iglesias.

Por supuesto, matizaron, Rajoy no tendrá un debate solo con el líder de Podemos "al 99%", pero el objetivo es debilitar aún más a Sánchez, para que no tenga más remedio que dimitir la misma noche electoral del 26J y haya otro interlocutor socialista en el posterior proceso negociador. "En estas elecciones, sólo hay dos opciones: PP o Podemos", simplificaron los portavoces del PP. dando por muerto al socialista.

Tal y como publicó este diario, las encuestas internas de Génova dan al PSOE menos de 90 escaños y siempre a Podemos por delante. "Baja siempre, en cada sondeo", según las fuentes consultadas, que no ven a Rajoy nada preocupado por la situación de Sánchez. "Cavó hace tiempo su propia tumba". Él, mientras, seguirá dándose paseos, haciéndose fotos y alertando contra los radicalismos.

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