El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, se rodeó este martes de todos los principales candidatos del PP al Congreso de los Diputados para dar el pistoletazo de salida a la precampaña. En un acto en el madrileño parque del Retiro, Rajoy quiso poner en valor la "moderación" que representa su partido frente a la "radicalidad" en la que se han instalado el resto de formaciones.
"La radicalidad es real en España. Hay una parte que está instalada en ella dentro de la clase política", avisó el presidente del Gobierno en funciones. Un mensaje en clara referencia a Podemos pero también mirando hacia el PSOE: "Creo que lo peor que le puede pasar a España en estos momentos es volver a lo que se hizo en los años anteriores a la llegada del Partido Popular que generó una crisis de considerables proporciones y desde luego sería peor aún apostar por ideologías, planteamientos y por políticas que han sido derrotados por la pura realidad hace ya muchos años", sentenció.
Ante esta "radicalidad", Rajoy propuso apostar por "la España moderada" que representa el Partido Popular. Lo que necesita nuestro país, dijo el presidente, es "moderación, estabilidad y certidumbre. El PP va a apostar por una España en positvo". Dejó caer además una frase que bien podría ser una contestación a José María Aznar, que volvió este martes a criticar al Ejecutivo de Rajoy, aunque es un mensaje que el presidente ya ha repetido en varias ocasiones: "A veces somos proclives a contar las cosas que van mal pero en España son muchas las cosas de las que podemos sentirnos orgullosos". A poco que se hagan las cosas bien, apostó Rajoy, "podremos mirar al futuro con confianza".
La secretaria general del PP y número uno del partido por Toledo, María Dolores de Cospedal, también tomó la palabra en el acto para alabar la labor de Rajoy al frente del Ejecutivo: "Estamos muy orgullosos de él. Es un candidato bajo cuyo liderazgo España ha conseguido salir de la quiebra", subrayó. Además, repitió las advertencias del presidente del Gobierno: "no necesitamos disfraces ideológicos como otros. Somos un partido que da confianza".
Un acto que comenzó con un pequeño incidente del que Mariano Rajoy se resarció al finalizar la presentación cuando un grupo de jóvenes de unos 14 años se acercó al presidente para pedirle unos autógrafos que Rajoy firmó de muy buen gusto.