En su declaración ante la policía, ordenada por el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, un exdirectivo de banca ha dicho que la familia Pujol se enriqueció, entre los años ochenta y noventa, gracias a los sueldos de los funcionarios de la Generalidad, informa El País.
Según este testigo, diversos organismos públicos ponían en manos de Natwest Mark –absorbida por el Banc Sabadell, y que gestionaba las nóminas de las empresas públicas Incasòl y Ferrocarriles de la Generalidad- los pagos de nóminas y contribuciones sociales. En lugar de entregarlos regularmente a la Seguridad Social o a Hacienda, las empresas e instituciones "las mantenían en la entidad durante un largo período de tiempo".
La banca invertía esos ingresos en productos que daban un rendimiento y, de esos beneficios, pagaba cerca "de un 3%" a los organismos públicos. Esos porcentajes, denominados "saldos ociosos", se pagaban en efectivo.
Empresas implicadas
Según el testigo, en 1987, un gerente del Instituto Catalán del Suelo (Incasòl) le pidió que le pagara los saldos en efectivo. El antiguo banquero firmó "a regañadientes" un recibo expedido por Natwest Mark. Cuando los agentes le preguntaron sobre la existencia de ese documento, el testigo se mostró escéptico.
Además, también operaba igual Ferrocarriles de la Generalidad a través de su director financiero. En 2012, quienes fueron máximos responsables de la empresa pública fueron condenados a cuatro años de cárcel por repartir entre directivos 2,7 millones de euros de un plan de pensiones contratado de forma ilegal.
Un 5% a Pujol Jr.
Tras su paso por la banca, el testigo entró a trabajar en una promotora participada por el Ayuntamiento de Barcelona. En una de las reuniones de trabajo, escuchó a un responsable de otra promotora –Habitatge Entorn- que "tenía que pagar un 5% a Jordi Pujol Ferrusola" para que le Generalidad le comprara "un local comercial".