Los cálculos de Rajoy: 130 escaños para el PP y cisma en el PSOE tras el 26J
"Eso, Moragas", contesta Rajoy sobre los debates. Quiere que, con matices, todos sus vicesecretarios digan lo mismo sobre Ciudadanos.
Mariano Rajoy cree factible alcanzar los 130 escaños el próximo 26 de junio. Unos resultados con los que, según su equipo, podrá enfrentarse "con cierta tranquilidad" a las duras negociaciones posteriores. De momento, el líder del PP se niega -lo volvió a hacer este jueves en conversación informal con periodistas en Guadalajara- a hablar de posibles alianzas, pero su equipo más próximo trabaja ya con dos escenarios. Uno, con Ciudadanos como protagonista; otro, con el PSOE como actor principal.
El equipo de campaña, que por segunda vez consecutiva dirige Jorge Moragas, parte de la base de que las encuestas hoy son mejores que antes del 20 de diciembre, y de ahí que el objetivo pase por no cometer errores de aquí a la cita con las urnas e intentar encajar lo mejor posible "los golpes" ajenos a su actividad electoral, en especial los relativos a la corrupción. "Creemos que podemos llegar sin problemas los 130 escaños", reconoció un miembro de las dirección, en conversación informal con este diario.
Precisamente, Moragas comió con los vicesecretarios al término del Comité Ejecutivo del pasado martes para hacer un análisis de situación y avanzar en la estrategia. Y la cuestión de cómo actuar con respecto a Ciudadanos volvió a estar encima de la mesa. La tesis mayoritaria, y defendida por el propio Rajoy, es que la campaña "no es para hacer amigos" y Albert Rivera ya tiene "hemeroteca" para echar en cara. Para empezar, según las fuentes consultadas, se le recordará su "promesa incumplida" de que dejaría gobernar a la lista más votada. Pero también, su acuerdo con el PSOE -que el PP califica de enmienda a la totalidad a sus reformas- y "la foto que se hizo con Podemos" en pleno periodo de negociaciones.
Así las cosas, en Génova están convencidos de que una parte del votante de Ciudadanos "volverá" al PP por su acuerdo con los socialistas. "Nosotros vamos a recoger votos de Rivera y de muchos que se abstuvieron el 20 de diciembre para darnos un toque de atención", según la tesis de la cúpula. Rajoy, incluso, sugirió la posibilidad de que le llegarán apoyos de antiguos votantes socialistas, aunque este jueves recalcó que todavía no tiene encuestas internas. Lo que sí han hecho es mucha cocina de las publicadas, no sin olvidar el CIS -elaborado por el Gobierno y que en breve informará sobre intención de voto-.
Cerradas las urnas, Rajoy observará las distintas posibilidades, y se pondrá manos a la obra. Si bien, su equipo ve "muy difícil de explicar" para Rivera que le diera la espalda si los números finalmente propician una alianza. "Es el pacto natural", resumió Cristina Cifuentes esta misma semana en esRadio. En todo caso, lo que no quiere Moragas es que cada vicesecretario diga una cosa distinta del tema, y de ahí que se trabaje para unificar el discurso "aunque después haya matices". Pablo Casado, por ejemplo, siempre ha intentado una aproximación a Rivera.
El otro escenario en el que ya se trabaja afecta al PSOE. El líder del PP, siempre defensor del bipartidismo, sigue sin descartar una gran coalición con los socialistas tras el 26J. Para ello, su entorno reconoce que Pedro Sánchez tendría que sacar un resultado peor al de hace cuatro meses, y lo ven más que posible porque "no coge votos de ningún sitio" y, además, está amenazado por la coalición Podemos-IU. "Con menos de 90 escaños, el PSOE sería otro", según un interlocutor directo de Rajoy, para quien el fin político del líder socialista facilitaría las cosas. "Yo he hablado con presidentes autonómicos del PSOE y no sabes cómo han puesto a Sánchez. No entienden que ni tan siquiera se sentara a hablar con Rajoy", deslizó recientemente un ministro. Es harto conocido que el PP mantiene una comunicación discreta con dirigentes de su partido rival que no son del núcleo duro del candidato.
Al presidente en funciones le gustaría tener de aliado al PSOE en la próxima legislatura, a pesar de que hoy por hoy parezca imposible. "Después, si quisiera, por supuesto que se podría sumar Ciudadanos", incidieron desde el PP. Una hipótesis sobre la que se negó a aclarar nada Rajoy, en la citada charla con periodistas en Guadalajara. "Yo voy a hacer mi campaña y eso de salir al paso de lo que dicen otros, se acabó", zanjó, en relación a los posibles vetos. "Soy un tipo serio", llegó a decir en un momento de la conversación informal, tal y como recoge la agencia EFE.
Nada aclaró sobre los debates electorales. "Eso, Moragas", contestó en varias ocasiones. Aunque el PP ha asumido que estará en el rifirrafe a cuatro, Rajoy dijo el miércoles que la decisión aún no esta tomada, y que esperarán a la evolución de los acontecimientos. Por lo demás, confirmó que la campaña será muy parecida a la anterior, con pocas novedades en cuanto a las listas y el programa. Tras meses de enorme zozobra, la inmensa mayoría del partido coincide: "Mariano está bien, encantado. El tiempo le ha vuelto a dar la razón".
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