El Mundo tiene un rebote sordo. "Fracaso político", titula a toda página,. "Los partidos no han sido capaces de ponerse de acuerdo. Ello supone un fracaso de gran magnitud porque la obligación de PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos era plasmar en un pacto la voluntad expresada en la urnas por los votantes. Han sido incapaces de ello porque desde la noche del 20 de diciembre sembraron el camino de líneas rojas, obstáculos y vetos personales (…) Todos tienen la culpa de este fracaso, pero especialmente la responsabilidad recae sobre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez. También Pablo Iglesias se ha comportado con una soberbia incompatible con la búsqueda de pactos", dice el editorial. "Han transmitido la impresión de que este país es ingobernable y de que sus fuerzas políticas son incapaces de anteponer sus intereses particulares a la necesidad de responder a los importantes retos del momento (…) Ya no es posible evitar la vuelta a la urnas, pero sería deseable un cambio de actitud de los líderes políticos para encontrar las soluciones que necesita España a partir del respeto de la voluntad expresada en la urnas", dice encorajinado.
Lucía Méndez cuenta que ayer un "ahogado suspiro de alivio en los despachos de barones regionales y veteranos socialistas subió a los cielos" cuando Pedro Sánchez se dio por vencido. "¡Menos mal!". Pues ni te cuento cómo debió de ser en Moncloa y en Génova, seguro que alguno necesitó algo más que una tila. "La última escena de la obra había desatado las alarmas bien tempranito" con la oferta de última hora de Baldoví a la que "el PSOE le siguió el rollo". "La oferta desató las alarmas de quienes consideran a Pedro Sánchez capaz de pactar con el mismo diablo con tal de vivir en La Moncloa. Las conversaciones telefónicas se multiplicaron entre los dirigentes socialistas. ¿Esto va en serio? No se le ocurrirá a este tío… No se le ocurrió". Asegura Lucía que "no por falta de voluntad, sino porque el Comité Federal se lo tenía prohibido y porque sabía que sus adversarios internos le romperían la columna vertebral. Esta vez sí". Vamos, que Rajoy tiene una deuda con el PSOE que no podrá pagar en su vida. Victoria Prego no se lo agradece, todo lo contrario. "El PSOE ha tenido el cuajo y la magna frivolidad de hacer una contraoferta". Qué susto, eh. En lugar de valorar el gesto del PSOE, le da las gracias a Podemos. "No es mala noticia que el líder de Podemos haya hecho todas las maniobras posibles para sabotear uno por uno los innumerables esfuerzos del socialista para alcanzar un pacto". Y exige que si el resultado de las nuevas elecciones es parecido al del 20-D el señor Sánchez y sus compañeros "habrán de pactar con el PP". Lo llevas claro.
Federico Jiménez Losantos habla de Madrid. Del Madrid podemita, para ser exactos, tras la "mano de tortas dialécticas" que propinó ayer Silvia Saavedra, de Ciudadanos, a Rita Maestre, "por viajar más que el baúl de la Piquer, despilfarrando el dinero de todos los madrileños". A Federico le escandaliza que Maestre hablara de respeto y educación. "¡La asaltacapillas hablando de educación! ¡La misma Maestre que amenazó al cura y a los feligreses gritándoles a la cara: 'arderéis como en el 36! ¡Y encima le echa a la oposición en cara falta de respeto y educación! !Qué mimadísima está!". Si eso fuera lo peor.
El País dice que "la impotencia de los partidos lleva a los españoles a las urnas". Cebrián anda de capa caída y el editorial refleja más que cabreo una profunda depresión. "No hay garantías de que el próximo Congreso acabe con la incertidumbre (…) España tendrá que votar de nuevo. Ningún problema se ha resuelto en el periodo transcurrido y el aplazamiento de las soluciones tampoco arregla los existentes. A pesar de todo, hay que impedir que la crisis y el desánimo se adueñen de este país: eso obliga a todos los partido a actuar de manera más responsable antes y después del próximo 26 de junio". ¿Qué le ocurrirá a Janli? Con lo campanudo que se puso ayer con lo de los papeles de Panamá.
"Fracaso de la política espectáculo", dice ABC. Tampoco se le ve muy agradecido a Pedro Sánchez por haber dicho no al frente popular, y mira que le han tentado. "Ni Podemos ni Ciudadanos van a entregar de momento el poder a Sánchez, ni España merecía experimentos a la desesperada que permitiesen iniciar una legislatura de cuatro años con seis partidos metiendo cuchara en el Gobierno". Claro, mejor que la cuchara la metan solo Rajoy y el PP. Pedro Sánchez "encarna el fracaso definitivo que aboca al PSOE a afrontar una de las papeletas más difíciles de su historia". "Con Podemos e IU ultimando una alianza estratégica para las elecciones, el PSOE corre el riesgo de vivir una profundísima crisis y quedar relegado a tercer fuerza política". Hombre, pues eso hace más grande el sacrificio de Pedro Sánchez al rechazar la manzana de Podemos, digo yo. "El no de Iglesias dando la vuelta" al pacto de Baldoví "fue el enésimo revolcón despectivo a Sánchez". José María Carrascal se ensaña con el líder socialista, que "ha fracasado por negar la realidad, por buscar votos donde no los había y apoyos donde no los tenía". Seguro que leyendo ciertas cosas a Pedro le pide el cuerpo llamar a Baldoví y decirle trae acá que firmo. Nunca se sabe, como dice Ignacio Camacho "hasta el lunes no expira el plazo…". Curri Valenzuela cuenta que en el PP ya lo están celebrando, que "hubo nervios desde el momento en que los negociadores del PSOE aceptaron las propuestas", pero que tras la rueda de prensa "en la sede nacional del PP les faltó brindar con champagne". Por los pelos, se han librado. Deberían enviar una botella a la sede de Ferraz. O a Sevilla, como lo vean.
La Razón respira al fin: "26-J segunda vuelta". Es tal el alivio que hasta dejan en paz a Ciudadanos. "El gran error de marginar al PP", dice el editorial. Marhuenda reconoce que Sánchez "no podía contar con los votos suficientes una vez que el Comité Federal de su partido le había vetado cualquier posibilidad de acuerdo con los populares, pero también" con los separatistas. Menuda suerte ha tenido La Razón. "Solo cabían dos opciones de pacto con posibilidad de gobierno: el gran acuerdo de Rajoy y la coalición de izquierda radical que le propuso Podemos", que seguro que era la que le pedía cuerpo. "Para el 26-J se espera un descenso de la participación y una concentración del voto en PP y Podemos", justo lo que quieren Rajoy y Marhuenda, están en racha. Abel Hernández acusa a Sánchez de sacarse "a última hora un conejo de la chistera" en un "esfuerzo inútil, a la desesperada, de alcanzar el poder". Pero al final, nada, así que vamos a elecciones. "Salvo que Sánchez se líe la manta a la cabeza, mande a tomar viento a Rivera y se eche en brazos de Pablo Iglesias y de los soberanistas. Que es capaz". Cuenta hasta diez, Pedro, antes de dejarte llevar por el impulso de llamar a Baldoví. Aunque aún quedan días… Yo no tocaría mucho las narices, no vaya a ser...