El concejal delegado de Salud, Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, Javier Barbero, insistió este lunes en llamar "fascistas" a los agentes que le realizaron un escrache el pasado 16 de febrero, según informaron fuentes jurídicas de la acusación. "Hubo comportamientos fascistas por partes de los convocantes y que le recordaba a maniobras fascistas", dijo ante el juez. Las mismas fuentes indicaron que Barbero señaló que hubo una "actitud provocadora" por parte de algunos policías.
El magistrado del Juzgado número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, le dio la oportunidad de retractarse de sus palabras y pedir perdón a las personas aludidas y así poner fin a la instrucción y archivar el caso. En el supuesto de que el concejal decidiera no hacerlo, la causa continuaría y el edil iría previsiblemente a juicio. El concejal de Ahora Madrid ha optado por la segunda opción.
La declaración, que comenzó poco después de las 10 horas y duró unos 40 minutos, se enmarca en la denuncia presentada por el Colectivo Profesional de la Policía Municipal de Madrid (CPPM) por un delito de injurias graves a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad contra Barbero por llamarles "fascistas" en una manifestaciones realizadas tras una concentración en Plaza de la Villa en la que recibió abucheos, insultos y protestas.
"En absoluto realicé calificación ni descalificación"
No obstante, a su salida de los juzgados y ante la prensa Barbero afirmó que él "en absoluto hizo ningún tipo de calificación ni descalificación de personas, ni de la Policía, ni de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad".
"Yo me enfrentado a las preguntas del juez y de los abogados con mucha tranquilidad. Lo que les he dicho ha sido describir una situación que se me asemejaba a un tipo de comportamiento concreto, pero en absoluto he hecho ningún tipo de calificación o descalificación de personas, ni de la Policía, ni de los Cuerpos o Fuerzas de Seguridad", manifestó. Barbero insistió en que en aquellas manifestaciones sólo describió "una situación concreta", donde él recibió insultos, se zarandeó un coche, o en la que a una periodista le tiraron el móvil con el que grababa la manifestación.
"Esa es la realidad y eso lo he contestado. Yo nunca he dicho que hubiera actitudes fascistas de personas concretas, sino que he descrito una situación concreta que viví yo en aquel momento, de un autoritarismo desproporcionado", añadió.
Barbero, preguntado por los periodistas, aseguró que él mantiene "una buena relación con la Policía Municipal". "Vamos hablando y viendo cómo se van haciendo las cosas, mejorando. Ya conté en aquellas declaraciones que era un grupo muy pequeño que ni siquiera manifestaba a los que estaban allí y que tuvo ese comportamiento". Tras recordarle que ese "pequeño grupo" eran representantes del sindicato CPPM [mayoritario en la Policía Municipal], que a la postre fueron los que interpusieron la denuncia, Javier Barbero apuntó que "no representa a todos los policías". "Es muy importante saber quién representa a quién", dijo.
"Hay que debatir sobre lo que es un escrache"
Asimismo, al delegado le llama la atención que los que le acusan "digan que estaban haciendo un escrache" y que de esta forma "lo legitimaban". Preguntado por si considera fascistas los escraches, respondió que es una cuestión "peculiar" porque "para debatir sobre ello, hay que debatir sobre lo que es un escrache".
La portavoz municipal, Rita Maestre, ya diferenció entre unos escraches y otros; entre los que ella considera legítimos y los que no. Lo explicó en una rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno el pasado 7 de abril. Maestre dijo entonces que "quien debería pedir disculpas [a Barbero] es quien le insultó y pateó su coche". "Nuestra posición con el delegado Barbero es de apoyo y de cariño ante unos hechos duros que tuvo que soportar, desagradables y violentos".
Ausencia de expresión objetivamente injuriosa
Poco después de la declaración de Barbero ante el juez, el Ayuntamiento de Madrid ha anunciado en una nota de prensa que sus servicios jurídicos van a presentar una solicitud de archivo de la causa presentada porque los "hechos denunciados no revisten de carácter delictivo".
"En el escrito a presentar, y después del análisis de las manifestaciones realizadas por el delegado del área, se señala la inexistencia de cualquier expresión objetivamente injuriosa", afirma el Consistorio dirigido por Manuela Carmena.
"Además, se hace un estudio sobre jurisprudencia sobre libertad de expresión, derecho al honor e incluso el uso de la palabra "fascista", que sustentaría el sobreseimiento de la causa. Citando el propio escrito, se indica que ‘si bien la legislación penal otorga una amplia protección a la buena fama y al honor de las personas y a la dignidad de las instituciones mediante la tipificación de los delitos de injuria y calumnia, este Tribunal ha declarado reiteradamente que el reconocimiento constitucional de las libertades de expresión y de información ha modificado profundamente la forma de afrontar el enjuiciamiento de los delitos contra el honor en aquellos supuestos en los que la conducta a considerar haya sido realizada en ejercicio de dichas libertades, pues la dimensión constitucional del conflicto hace insuficiente el criterio subjetivo del animus injuriandi tradicionalmente utilizado por la jurisprudencia penal para el enjuiciamiento de este tipo de delitos que ahora, con arreglo a la doctrina de este Tribunal (refiriéndose al Tribunal Constitucional), no basta por sí solo para fundar una condena penal por un delito de injurias’".
AM: "Debe primar la libertad de expresión"
Ahora Madrid también ha mostrado este lunes su apoyo a su concejal y ha apoyado la petición de sobreseimiento de la causa judicial por entender que "debe primar la libertad de expresión, amparada constitucionalmente, en un contexto de debate público".
La formación que gobierna el Consistorio madrileño espera el sobreseimiento de la causa, solicitada por el equipo jurídico del Ayuntamiento y, de esta manera "preservar la libertad de expresión, libertad amparada constitucionalmente".
"Las declaraciones de Javier Barbero se entienden en el contexto de una actuación pública, una concentración convocada por CPPM, por lo que la crítica surgida ha de ser aceptada dentro del debate político. El contexto de la concentración, el cambio del modelo organizativo de la Policía Municipal por el que se desvían activos policiales de una unidad antidisturbios, conocidas como UCS, a unidades del distrito, supone una discrepancia normal y legítima sobre una decisión tomada tras años de estancamiento en la apertura de oposiciones que permitieran al Cuerpo una reposición de personal por jubilaciones y así mantener el número de efectivos indispensables que una ciudad como Madrid necesita. Es una decisión basada en una correcta y responsable gestión municipal", argumenta el partido instrumental.
Ahora Madrid ha criticado la judialización de decisiones políticas, "una vez más", y ha apoyado "cualquier forma de manifestación, concentración y exposición de diferencias, dentro de un ambiente de debate, consenso y construcción colectiva".
"La oposición de confrontación constante en la que se quiere entrar no sólo es vieja política, sino que hastía a la ciudadanía y simplifica la realidad en un binomio muy lejano de la diversidad que constituye la ciudad de Madrid", ha señalado el partido liderado por Carmena, que ve en Barbero un "ejemplo de las políticas de cambio necesarias que la ciudad de Madrid necesita y por las que la gente apostó las pasadas elecciones municipales".