Las conversaciones entre Podemos e Izquierda Unida para formar una alianza de cara a las, más que probables, nuevas elecciones ha cambiado de fase. Comenzaron las negociaciones los propios Pablo Iglesias y Alberto Garzón. Un diálogo que fructificó con la aceptación por parte de Podemos de una alianza electoral nacional para acudir con Izquierda Unida. Y ahora, para cerrar los detalles de este pacto, los dirigentes de ambos partidos de izquierda lo han dejado en manos de sus 'hombres de confianza': el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, y su homólogo de IU, Adolfo Barrena. Pero estas negociaciones no gustan a todos en Izquierda Unida, que no ven este pacto con buenos ojos.
Un sector de IU, en el que se encuentran miembros de la federación críticos con Alberto Garzón, piensa que Podemos no ha "cedido" lo suficiente y quieren marcar líneas rojas en esta negociación.
Durante estos días, tras conocerse que los contactos entre las formaciones estaban siendo fructíferos, se han manifestado públicamente miembros de IU como el excoordinador Gaspar Llamazares, que ha advertido de que un pacto con Podemos sería "un mal negocio" y "la crónica de una disolución anunciada". Mientras, Cayo Lara ha pedido que las siglas de IU no desaparezcan de la papeleta si se cierra este pacto.
Algo, a lo que los de Alberto Garzón parecen estar dispuestos. Este sábado, el candidato a la Presidencia del Gobierno de IU pedía en un acto en Villalar de los Comuneros (Valladolid) que Podemos "respete la identidad" de cada formación para conseguir que la suma de "5 más 1 pueda dar 10 millones de votos". Hablaba de identidad, pero no de siglas.
"Cuécete en tu salsa"
Y mientras Garzón ya acepta en público los "contactos" con Podemos, los críticos aseguran que Pablo Iglesias no es un "hombre de confianza", y recuerdan que, no hace ni un año, rechazaba tajante este pacto "porque entonces creía no le convenía". Evocan, entre otras cosas, una entrevista en el diario Público en la que el líder de Podemos aseguraba que no iba a llegar a un pacto con IU y se dirigía duramente a los que considera "exponentes de la vieja izquierda": "Os avergonzáis de vuestro país y de vuestro pueblo. Consideráis que la gente es idiota, que ve televisión basura y que no sé qué y que vosotros sois muy cultos y os encanta recoceros en esa especie de cultura de la derrota. El típico izquierdista tristón, aburrido, amargado..., la lucidez del pesimismo. No se puede cambiar nada, aquí la gente es imbécil y va a votar a Ciudadanos, pero yo prefiero estar con mi cinco por ciento, mi bandera roja y mi no sé qué. Me parece súper respetable, pero a mí dejadme en paz. Nosotros no queremos hacer eso. Queremos ganar. Preocúpate de otra cosa". "Me parecen respetables los que se conforman con el 5 por ciento, pero que nos dejen en paz. Siguen viviendo en el pesimismo existencial", afirmaba no hace tanto el de Podemos en referencia a IU.
Y lanzaba una recomendación: "Deja de estar tan preocupado con las cosas que nosotros hacemos y con lo que nosotros proponemos. Cuécete en tu salsa llena de estrellas rojas y de cosas, pero no te acerques, porque sois precisamente vosotros los responsables de que en este país no cambie nada. Sois unos cenizos".
Pero, frente a los que recuerdan estas críticas, está Garzón, que, con la mayoría de apoyos en su partido, tienen claro que quiere llegar a un pacto con Podemos. Las últimas encuestas, en las que se acerca el sorpasso al PSOE si se unen los dos partidos de izquierdas, dan alas al líder de IU para enfrentarse a estos críticos. Además, sería una de las formas de intentar disminuir la deuda que arrastran desde hace años.